¿Cuántas veces tenemos la oportunidad de visitar un monumento emblemático de una ciudad y que por norma general no se puede visitar? Pues muy pocas veces, seamos sinceros. Así que en cuanto vimos la posibilidad de poder visitar la Puerta de Alcalá en su proceso de restauración, no lo dudamos y nos apuntamos, aunque la visita sea entre andamios, todo hay que decirlo 😉

Cómo visitar la Puerta de Alcalá por dentro

Bueno técnicamente la primera vez que abrieron visitas y nosotros supimos de su existencia, acabábamos de ser padres, y los cuerpos no estaban para visitas. Pero unos meses después volvió a surgir la oportunidad de visitar este emblemático monumento de Madrid.

La página de Madrid Abierto por restauración, nos ofrecía la posibilidad de visitar por dentro y subir a su terraza y además de manera gratuita la gran Puerta de Alcalá.

¿Recordaos esa canción que dice así?… :

Y ahí está, ahí está viendo pasar el tiempoLa puerta de AlcaláY ahí está, ahí está viendo pasar el tiempoLa puerta de Alcalá

….

La miro de frente y me pierdo en sus ojosSus arcos me vigilan, su sombra me acompañaNo intento esconderme, nadie la engañaToda la vida pasa por su miradaMírala, mírala, mírala, míralaLa puerta de AlcaláMírala, mírala, mírala, míralaLa puerta de Alcalá

¿Sabéis de qué canción se trata verdad?

Así que cuando vimos la posibilidad de poder visitar la puerta de Alcalá, hicimos lo posible por visitarla.

Y digo que hicimos lo posible porque visitar algo así no es fácil y cuando salen entradas de este tipo, hay que estar muy pendientes y ser muy rápidos porque vuelan en cuestión en minutos. Y así fue. El día en cuestión estábamos pegados al ordenador y con el ojo puesto en coger esas entradas y en varias fechas.

La visita, al ser algo especial y tener que subir un andamio, porque sí, teníamos que subir a través de los andamios de la obra mientras la restauraban, no podíamos ir con bebé. De echo el acceso estaba restringido a menores de 14 años o personas con movilidad reducida. Así que decidimos e intentamos coger las visitas por separado incluso en varios días, para así poder visitarla los dos y que el otro se quedara mientras con el peque.

Nos quedamos a las puertas, y es que como digo, las entradas volaron en cuestión de minutos y nosotros no pudimos conseguir ninguna, aunque nos quedamos en lista de espera en varios días.

A los pocos días, Yo, Patricia, autora del blog, recibía un correo indicándome que había una plaza libre para uno de los días que quedaban libres y aunque me daba pena que a Rafa no le hubieran avisado, no podía perder esa oportunidad y confirmé mi plaza.

La suerte quiso acompañarnos y unos días antes de la visita, Rafa recibió la confirmación de una plaza libre el mismo día de mi vista, justo una hora después que mi visita, por lo que podíamos visitar los dos la Puerta de Alcalá y tener cuadrado al peque. ¡Nos salió la jugada perfecta sin pretenderlo!

Así que ya solo queda esperar al día y llegar puntuales (importante y difícil en nuestro caso)

Historia de la Puerta de Alcalá

La Puerta de Alcalá se inauguró en 1778, tras cuatro años de construcción y el motivo fue la conmemoración de la entrada de Carlos III como rey de España.

El monumento sustituía a uno anterior, unos metros más abajo e indicaba el camino hacia Alcalá de Henares, de ahí el nombre de la puerta.

Era una de las puertas originales que daban acceso a la ciudad de Madrid, siendo cinco las de mayor importancia: las de ToledoBilbaoSegoviaAtocha y Alcalá.

Visitando la Puerta de Alcalá

Comenzamos la visita subiendo por el andamio de la obra, de forma ordenada y poco a poco.

Poco a poco vamos viendo el interior de este monumento, que nunca imaginamos visitar. ¿Alguien sabría decirme qué año?

Jejeje. Para las nuevas generaciones que no saben de números romanos, hablamos del año 1778 (MDCCLXXVIII)

Vemos las letras del año de construcción y el nombre del Rey de la época, Carlos III (Rege Carolo III)

Cuando Carlos III llegó a Madrid, se encontró con una Puerta que no era de su agrado, por lo que decidió derribarla y construir una a su gusto.

Así dio origen a este monumental Arco del Triunfo.

Fueron varios los arquitectos que presentaron sus diseños, pero el ganador fue Francisco de Sabatini. Y la  Puerta de Alcalá sería el primer monumento de estilo neoclásico, que sería el Primer Arco del Triunfo de Europa desde la caída del Imperio romano.

La Puerta de Alcalá tiene dos fachadas: la este, que recibía a los visitantes de Madrid, y la oeste, que los despedía. Ambas son similares, pero no son iguales.

La fachada oeste es la más sobria de las dos, con armaduras vacías, y celebran los triunfos del rey y como una alegoría de la paz y la abundancia.

Poco a poco, llegamos a la parte de arriba de la puerta de Alcalá, donde hay unas preciosas vistas de la Calle Alcalá, pero que ahora os contaré con más detalle.

Nos fijamos en la estatuas que nos encontramos. Nunca las habíamos visto tan de cerca. De echo, si confesamos, nunca nos habíamos fijado. Son cuatro grandes niños o putti en diferentes posturas, que representan las las cuatro virtudes cardinales.

Uno de ellos mirándose en un espejo; la justicia levanta el brazo izquierdo y aunque le “falta” algo en la mano, no queda claro lo que sostenía. Otra sostiene una lanza y un escudo, representando la fortaleza, y la templanza es representada por otro niño sosteniendo un estribo. Con estas esculturas, el rey buscaba recordarle a los madrileños que debían ser virtuosos en preparación para tiempos difíciles.

Nos van contando un poco la historia de cada uno mientras los observamos entre andamios, mientras el tiempo vuela.

Cuándo nos queremos dar cuenta el tiempo de nuestra visita ha volado, y es que ya ha pasado casi 1 hora desde que hemos iniciado la visita.

Cuando bajo yo a por el peque, Rafa inicia su visita y coordinándonos con el móvil, consigo hacerle una foto desde arriba.

Terraza Puerta de Alcalá y vistas

Una de las vistas más atípicas que podemos encontrar en Madrid es desde lo alto de la Puerta de alcalá. Una visita que no está al alcance de cualquiera y que por este motivo lo hace tan especial.

Las Calles que vemos desde lo alto de la Puerta de Alcalá, son la calle del mismo nombre, La calle Alcalá, Calle Alfonso XII y una de las entradas al Parque del Retiro, y la calle Serrano.

Sin duda, las mejores vistas son de la Calle Alcalá, a uno y otro lado de la Puerta.

Os dejo una selección de fotos para que podáis opinar por vosotros mismos.

           

¿Qué os ha parecido al visita a la Puerta de Alcalá? ¿La visitarías aún sabiendo que está llena de andamios?

Te leemos en los comentarios.

 

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