Guía ruta de El Quijote. Día 1 – Tembleque, Madridejos, Consuegra y Mota del Cuervo
Llega Semana Santa de 2017 y un poco como las últimas veces no hemos planeado mucho (podéis leer Oporto, Navarra….)
En esta ocasión no queremos gastar mucho dinero porque las cosas están un poco justas, así que improvisamos una pequeña ruta que nos llevará dos días de la semana Santa.
Jueves Santo nos levantamos y sin mucha prisa cogemos el coche dirección Tembleque, donde dicen están una de las plazas más bonitas de Castilla-La Mancha
No hemos madrugado mucho, lo que es un grave error, porque encontramos bastante atasco y tardamos bastante en llegar a Tembleque.
Pero por fin hemos llegado para conocer una de las Plazas más bonitas de España.
Tembleque
Aparcamos en Tembleque sin problema. Se nota que por aquí no hay mucho turismo. En plena operación salida de Semana Santa no tardamos ni 5 minutos en aparcar y como mucho a dos calles paseando del centro.
Así que no tardamos mucho en llegar a la Plaza Mayor de Tembleque.
La única manera de acceder es a través de un pórtico de columnas de granito.
Una vez accedemos dentro podemos comprobar que es una de las plazas más bonitas que hemos visto desde hace tiempo. Y nos resulta raro que apenas sea conocida. Pero también se agradece llegar a lugares que todavía son únicos y no están atestados, porque seamos realistas, le restan magia al lugar.
Damos una vuelta alrededor de la plaza y es que queremos verlas desde todos sus ángulos.
En la misma plaza nos encontramos con la oficina de turismo, que también es un imprescindible para visitar en Tembleque.
No sólo por la oferta turística que nos mostrarán de manera muy amable, sino porque además es un pequeño museo etnográfico donde podemos aprender un poco sobre la vida rural en la comarca.
La oficina de turismo es una antigua casa típica castellana y no puede faltar su patio interior, que además de proveer de luz a todas las estancias hace que corra el aire fresco, tan necesario en esta zona de Castilla y la Mancha, donde la temperatura en verano suele subir bastantes grados.
Como hemos llegado a medio día y hace un día de bastante calor, que, para ser mediados de abril, pega bastante. No queremos imaginar cómo tiene que ser en pleno mes de Julio, decidimos tomar una cerveza en una terraza con vistas a la Plaza Mayor.
Cuando nos damos cuenta son casi las dos de la tarde, pero decidimos que pararemos a comer en el siguiente pueblo, en Madridejos.
De camino al coche nos encontramos otra figura de El Quijote. En este viaje nos encontraremos numerosas referencias a los personajes de la obra más conocida de Miguel de Cervantes.
Madridejos
Llegamos a la cercana localidad de Madridejos porque hemos leído en alguna parte qué forma parte de la visita de la ruta del Quijote, pero no sabemos si porque es la hora de comer y estamos hambrientos, si es porque el sol pega fuerte, más de lo que corresponde para ser el mes de abril, o por qué, pero la verdad es que no le encontramos ese encantó del que hemos oído hablar.
Al menos para nosotros, no tiene nada que mostrarnos, aunque puede que estemos equivocados. ¿Lo estamos?
Consuegra
Muy cerquita de Madridejos se encuentra Consuegra, uno de los puntos fuertes de este viaje y que no te puedes perder en la Ruta de El Quijote.
Aquí nos encontramos varios molinos de viento y un bonito castillo del siglo X.
Pero en nuestra visita nosotros llegamos al casco histórico y aparcamos muy cerquita de la Plaza Mayor.
Y es que vamos a comer, porque ya vamos tarde y estamos muertos de hambre.
No recuerdo dónde comimos ni si fue caro, por lo que no es destacable en este blog.
Llegamos a la Plaza Mayor de Consuegra y visitamos un poco su casco histórico, pero la verdad es que aquí hemos venido a ver Molinos de Viento.
Cogemos nuevamente el coche y subimos hasta el Cerro Calderico, un pequeño montículo que destaca sobre la llanura de Castilla-La Mancha, donde se encuentran tanto los molinos de viento como el Castillo de la Muela o de Consuegra.
Actualmente se encuentran 12 molinos de los 13 originales que había.
El Molino más antiguo es el molino de Sancho, que data del siglo XVI.
Nosotros como es habitual en nuestros viajes nos tiramos un buen rato haciendo fotos e intentando descubrir cada rincón que nos depara Consuegra.
Recorremos cada molino.
Y descubrimos que el molino Bolero está abierto y es el lugar donde se encuentra la oficina de turismo. Lo que no dudamos en entrar y ya que estamos aprovechamos a comprar el imán de rigor del viaje, ¿y qué imán más representativo del viaje compramos?
Pues un molino de viento….
En el Molino Bolero también podemos ver el interior del molino y ver su funcionamiento.
Estaría bien venir en la fiesta que hacen donde lo ponen en funcionamiento. Es la denominada Molienda de la Paz y se celebra en octubre.
También descubrimos que hay un molino gastronómico. Se trata de un molino en el que podemos sentarnos a comer o cenar con unas vistas espectaculares.
Aunque es muy chiquitito.
Nosotros no lo probamos porque acabamos de comer, pero tentados estuvimos de tomarnos algo. Echamos una ojeada a los precios y no era nada caro para ser un sitio tan original. Tendremos que volver para probarlo.
No sé cuánto tiempo estuvimos, pero un lugar tan fotogénico merece el tiempo necesario para descubrirlo.
Nosotros estuvimos muy a gusto, aunque hacía calor, allí corría baste el aire (si no, no habría molinos de viento) y se estaba realmente a gusto.
Hicimos como 1000 fotos y es que ya me contareis cuando estéis si sois capaces de conteneros con estas maravillosas vistas.
También vistamos el Castillo de la Muela, aunque se puede visitar únicamente con visitas guiadas, nosotros no pudimos visitarlo porque al ser Semana Santa, estaba todo lleno, así que nada, otra excusa más para volver, ¿no creéis? 😉
Nosotros nos recorrimos el cerro de punta a punta y varias veces. Queríamos descubrir cada lugar de este bonito lugar.
De hecho, también descendimos por la zona más pegada al pueblo desde donde divisamos una bonita panorámica de todos los molinos en fila.
Cuando nos pareció que llevábamos tiempo suficiente en Consuegra decidimos llegar al último punto de la ruta de hoy, Mota del Cuervo, pudimos ver según íbamos para el coche, la cantidad de autobuses que empezaban a llegar llenos de asiáticos.
Nos sorprende que lleguen hasta aquí, con lo “lejos” que estamos de Madrid.
Mota del Cuervo
Llegamos a Mota del Cuervo en algo menos de una hora y encontramos una localidad muy animada y con mucho ambiente recordad que estamos en plena Semana Santa y hoy hay procesiones.
Nosotros no somos muy fans de las procesiones y siempre intentamos evitarlas en la medida de lo posible, pero en esta ocasión nos la vamos a comer de lleno.
Nos encontramos en una calle y en el momento que queremos cruzar aparecen los Pasos, la calle está abarrotada y no hay manera de cruzar.
Así que no se nos ocurre mejor idea que entrar a merendar en una cafetería que tenemos casualmente al lado.
Vamos buscando la deliciosa torrija típica de estas fechas, pero ya no les quedan y es que no somos los únicos que hemos tenido la misma idea.
Así que pedimos un delicioso gofre cubierto de chocolate. ¡No lo puedo evitar!
Tras pasar un buen rato en el centro de Mota del cuervo, decidimos ir a ver el plato fuerte del lugar, los Molinos de Viento. Y es que, si hay un imprescindible que ver en Mota del Cuervo, son sus molinos.
Los molinos están en el cerro y se puede llegar andando desde nos encontramos, pero nosotros nos acercamos en coche, porque así ya lo tenemos cerca para cuando nos queramos ir.
Hoy en día podemos encontrar 7 molinos en perfecto estado de conservación.
En 1967 se denominó a este lugar como el “Balcón de la Mancha” por el inmenso horizonte que se contempla desde este lugar.
Uno de ellos es el Molino de Sara Montiel donde encontramos un museo en su nombre, aunque a nosotros no nos interesa mucho.
Lo que si nos interesa es el atardecer que hemos buscado y encontrado cuando llegamos a Mota del Cuervo.
Uno de los mejores que hemos visto en mucho, mucho tiempo.
Y es que no sabemos si es el lugar o el atardecer dura más de lo normal, pero vemos caer el sol lentamente y teñir de naranja el cielo casi sin nubes, pero como si fuera a cámara lenta.
La magia del lugar y del momento hacen que estemos pendientes del lento descenso del astro rey hasta que prácticamente nos quedamos en penumbra y nos damos cuenta de que estamos demasiado tiempo. O quizá ha sido demasiado poco. Da igual. Hemos conectado con el lugar y se ha metido hasta lo más dentro de nosotros.
El cielo alcanza colores imposibles de captar con la cámara y las fotos que pudimos sacar, que no son pocas, no le hacen justicia al lugar ni al momento.
Quizá no sea el lugar más impresionante del mundo, pero a nosotros nos ha impresionado y hemos disfrutado de este espectáculo de luces y colores y lo guardaremos con nosotros junto con esos otros atardecieres especiales de nuestros viajes.
Los que me conocéis un poco sabéis que mi momento preferido del día es el atardecer, así que no os extrañará que os diga, que se me quedaron los dedos pegados al disparador de la cámara. Así que ¿Cómo poder seleccionar solo algunas fotos? Totalmente imposible, evidentemente.
Muy cerca de Mota del Cuervo, se encuentra Belmonte. Nosotros no lo visitamos en esta ruta porque ya lo conocemos de una visita anterior, pero si no lo conoces te recomendamos que lo incluyas en tu ruta porque merece mucho la pena.
Cuando el sol se ha terminado de poner con la consecuente obligación de abandonar el lugar, nos ponemos en marcha con la imagen en nuestras retinas de este precioso atardecer.
Buscamos un lugar donde dormir porque ya se no has hecho muy tarde para volver a Madrid, aunque esto ya lo sabíamos cuando iniciamos el viaje, aunque no lo habíamos pronunciado en voz alta.
Muy cerca de donde estamos encontramos el Torreo de Miguelete, un hotel muy completo y económico donde pasar una noche.
Si buscas donde dormir te dejamos nuestro enlace para que te lleves 15€ de nuestra parte aquí.
Guía. Que ver en la ruta del Quijote en dos días.
- Día 1 – Tembleque, Madridejos, Consuegra y Mota del Cuervo
- Día 2 – El Toboso, Argamasilla de Alba, Castillo de Peñarroya, Lagunas de Ruidera, Alcázar de San Juan, Campo de Criptana.
- Tembleque, una de las plazas más bonitas de Castilla y la Mancha
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- Las Lagunas de Ruidera, un extenso humedal entre Ciudad Real y Albacete
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