Sepúlveda, uno de los pueblos más bonitos de España
Qué ver en Sepúlveda.
Sepúlveda es uno de los pueblos más bonitos de España.
Hace tiempo que queríamos visitar este pueblo, Sepúlveda ya que dicen que es uno de los más bonitos de España y queríamos descubrir qué ver en Sepúlveda en un día .
Así que el día perfecto llegó en nuestro Aniversario el día 12 de Octubre.
En otras ocasiones hemos intentado estar de viaje para celebrarlo como en Cantabria, pero en otras, por circunstancias varias no hemos podido, así que como hoy intentamos hacer una escapada de un día desde Madrid.
Son varios los lugares que tenemos en mente que por unas cosas o por otras están a tiro de piedra de donde vivimos, pero que nunca terminamos de visitar.
Pero finalmente, el 12 de Octubre, día de nuestro aniversario y fiesta nacional, decidimos irnos a celebrarlo a algún lugar cerquita de Madrid.
Sin saber muy bien por qué elegimos Sepúlveda. Quizá por que sea uno de los pueblos más bonitos de España hizo que pesara la balanza para conocer, por fin, este lugar.
No madrugamos demasiado, para qué nos vamos a engañar y a las 12 de la mañana estábamos saliendo por la puerta de casa.
Como nosotros lo pensó mucha gente más y tardamos cerca de 2 horas en llegar, aunque nos separan 130 km, pero encontramos buen atasco. Es lo que tiene no madrugar, asi que no nos quejaremos.
Conseguimos aparcar en un parking que hay antes de adentrarse en la muralla del pueblo. Nosotros lo encontramos casi al completo. Nuestro coche fue uno de los últimos en aparcar y menos mal, porque estaba hasta arriba de coches y era mala hora.
Lo primero que nos encontramos fue una de las puertas de acceso a la ciudad, aunque no nos dirigimos a ella sino en dirección contraria, para encontrarnos de repente con la preciosa plaza Mayor de Sepúlveda, rectangular y parcialmente porticada, que como hemos comentado, se encuentra fuera de las murallas de la ciudad.
Pero no podemos dedicarle mucho tiempo porque nuestras vejigas en estos momentos mandan. Así que decidimos entrar a un bar cualquiera a tomarnos una cerveza y darnos cuenta que salir de tapas fuera de Madrid es muy barato.
Nos planteamos hacernos una ruta de tapas, pero como es nuestro Aniversario queremos celebrarlo y como no hemos podido irnos de viaje como hicimos en Cantabria, decidimos darnos un homenaje gastronómico y probaremos el famoso lechazo de la zona.
Hemos llegado a una hora complicada, eran las dos de la tarde cuando estábamos accediendo a este bonito pueblo.
Y como es día festivo se nota y hay muchísima gente. Además hace muy buen tiempo y se ve mucho movimiento en la calle.
Preguntamos en varios restaurantes que vemos recomendados por nuestra aplicación favorita de viaje, TriAadvisor, pero todos están a tope y no conseguimos encontrar mesa. No tener reserva tampoco ayuda mucho.
Decidimos alejarnos un poco de la plaza, que es donde se concentran la mayoría de los restaurantes.
Y ya nos podemos ir haciendo una idea de lo bonito que es este pueblo y lo mucho que tiene para mostrarnos.
Podemos leer algún que otro cartel curioso, como éste, que tiene ya muchos, muchos años.
Nos metemos por una calle que parece que baja hacia el río. Yo me adelanto pensando que habrá buenas vistas, pero parece que la calle tira hacia abajo y se aleja del pueblo. Quizá desde abajo del todo haya una buena vista, pero mejor que esta no la va a haber.
Así que me dirijo de nuevo hacia arriba y Rafa me echa la bronca por “desaparecer” sin avisar……
Como por este lado del pueblo no encontramos nada, decidimos cambiar de sentido y nos adentramos dentro de las murallas de la ciudad.
Preguntamos en un restaurante cercano que tiene la pegatina de Tripadvisor y es siempre buena señal, pero nos dicen que sin reserva hoy imposible.
Bueno pues nos alejamos un poco más.
Al final encontramos el Fogón del Azogue. Preguntamos y nos dicen que ahora mismo no tienen mesa, pero nos tocaría esperar como 30 o 40 minutos.
Como vemos que la cosa está complicada decimos que nos apunten en la lista y mientras tanto nos vamos a dar una vuelta a ver si encontrásemos algún otro sitio para comer.
Al final entramos a tomar una cerveza mientras hacemos tiempo en el hotel que hay casi enfrente del restaurante. Está también hasta los topes aunque encontramos sitio en la barra y nos atienden enseguida.
Creemos que nos van a dar una buena clavada por estar en hotel de 4*, pero nos cobran 1.30€ por cada cerveza.
Esto es una maravilla, vamos a salir más de Madrid, ya que quedarnos nos cuesta más dinero.
Finalmente volvemos al restaurante y ya por fin nos dan una mesa.
Vemos cómo el restaurante se ha vaciado prácticamente. Pero en seguida vuelve a estar hasta los topes y eso que son casi las 4 de la tarde.
Estamos cerca del horno, y es que podemos ver cómo se hacen los lechazos a fuego lento en el horno, creemos de leña.
Nos venimos arriba, como siempre que estamos muertos de hambre y pedimos un menú completo y dos entrantes. Morcilla y ensalada.
Tanto la ensalada como la morcilla están espectaculares, pero no somos conscientes de lo que nos queda aún.
Mientras nos traen el lechazo, típico de la zona, aprovechamos a hacer unas fotos del río Duratón, aprovechando que este restaurante tiene vistas al río.
Cuando nos traen un lechazo entero para nosotros y una fuente enorme de ensalada, somos conscientes del gran error que hemos cometido al pedir los entrantes.
Pero es que no podemos evitarlo y se nos van los ojos con la comida cuando tenemos hambre.
Tras terminar como podemos y todo sea dicho, desperdiciando comida que nos da muchísima pena, ha llegado la hora de los postres.
Y esto, señores, no se perdona. Porque siempre hay hueco para el postre, por muy lleno que estés.
En el menú está incluido de postre el Ponche Segoviano, un postre muy típico de Segovia, pero que a nosotros no nos termina de convencer porque es demasiado dulce.
Preguntamos si podemos cambiarlo y nos dicen que no hay ningún problema.
Y al mirar la carta vemos que todos tienen el mismo precio.
Así que tarta de queso con mermelada de arándanos para uno y milhojas de nata para otra….
Madre mía cómo estaba aquello. Han pasado a la historia como unos de los mejores postres que hemos probado nunca. Están en mi lista Top Ten de postres, como aquel Mouse de chocolate de Tavira.
Ahora sí que si comenzamos con nuestra ruta con qué ver en Sepúlveda, pero no os creáis que fue tarea fácil, porque levantarse de la silla tras semejante comilona no fue tarea sencilla.
Mucho menos lo fue empezar a caminar sobre el empedrado y encima cuesta arriba.
Pero no podemos quedarnos sin ver esta maravilla de Sepúlveda, considerada como uno de los pueblos más bonitos de España, así que vamos a ver que nos encontramos.
Caminando sin rumbo fijo, dejándonos llevar por nuestros pies, ya que la Oficina de Turismo había cerrado cuando hemos llegado a este bonito pueblo.
Lo primero que nos encontramos es el Santuario de la Virgen de la Peña.
Un templo románico del Siglo XII, que se encuentra en muy buen estado de conservación.
Pero lo más relevante son las vistas que se encuentran justo por detrás de la iglesia.
Llegamos al Mirador de la Virgen de la Peña.
Un mirador natural desde donde tenemos unas vistas fabulosas del río Duratón y una estampa de postal de Sepúlveda. Ahora entendemos que haya sido nombrada como uno de los Pueblos más bonitos de España.
Desde el mirador que nos encontramos tenemos unas escaleras que bajan a la cueva donde se encuentra la Virgen de la Peña.
Nos planteamos seriamente bajar porque nos pesa mucho la barriga y no sabemos si vamos a ser capaces de volver a subir, porque el descenso es bastante prolongado.
Ademas la supuesta cueva de la Virgen es una abertura en la roca, cercada por una verja y en su interior una pequeña Virgen de plástico.
Nos animamos a bajar pensando en las bonitas vistas del río Duratón que nos encontraremos.
Pero ¿Sabéis qué? Qué a medida que bajamos se va perdiendo visibilidad y empieza a haber árboles cada vez más tupidos.
Si, te quedas con cara de… ¿En serio me he dejado el higadillo (o mejor dicho, lo voy a echar mientras subimos) para ver esto?
En fin, teníamos que bajar a comprobarlo por nosotros mismos. Ya sabéis que no nos gusta que nos lo cuenten.
La bajada a la cueva ha sido una completa decepción, pero seguimos avanzando un poquito y aquí si, tenemos unas preciosas vistas del Río Duratón y al otro lado el bonito pueblo de Sepúlveda con lo que creemos que es una de las vistas más bonitas del pueblo.
Desde donde nos encontramos hay una especie de sendero que parece que “baja” al río.
Yo bajo un trecho y me quedo con las ganas de seguir investigando hasta donde lleva el camino, pero tengo miedo de no ser capaz después de subir. Eso y que se hace tarde y queremos recorrer el pueblo y llegar a ver las Hoces del Río Duratón antes de que se haga de noche.
Al final me arrepiento de hacer bajado, jaja, porque me cuesta mucho hacer el cabra a estas horas de la tarde.
Volvemos sobre nuestros pasos y ahora si empezamos en serio a recorrer Sepúlveda.
Vemos en numerosas calles estos carteles tan bonitos para indicar el nombre de las calles, con una breve descripción de lo que nos vamos encontrando por el camino.
Algo muy útil para entender un poco qué es lo que estamos viendo.
Calles empedradas, que suben, bajan, salen, callejones que no dudamos en adentrarnos y vamos descubriendo rincones como éste.
Llegamos al Palacio de Sepúlveda conocido como la Casa del Moro, y vemos que actualmente está en venta por el módico precio de 900.000€.
Qué pena no llevar efectivo ahora mismo porque lo compraba sin pensarlo.
Tras dejar atrás el palacio y meternos por los callejones comenzamos una ligera subida donde llegamos a lo más alto de Sepúlveda, a la Iglesia del Salvador.
La Iglesia del Salvador de Sepúlveda es la Iglesia románica más antigua de la provincia de Segovia y el mejor ejemplo de románico en la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda.
Destacan el ábside, rematado al interior por una bóveda de horno, y la galería porticada compuesta por ocho potentes arcos en cuyos capiteles encontrarás temática variada.
Desde aquí tenemos unas vistas espectaculares de Sepúlveda. Posiblemente sea una de las mejores vistas de Sepúlveda.
A medida que bajamos las calles empedradas, la imagen no pierde calidad y seguimos sin poder resistirnos a llevarnos otra fotografía más.
De la Judería de Sepúlveda al igual que ocurre con la de Cuéllar, tan sólo queda una puerta o portillo que atestigua lo que queda de la presencia judía en esta población, formada por tres arcos apuntados en piedra caliza y que más tarde fueron adornados con tres esferas de granito. Esta puerta da paso al llamado Barrionuevo, al suroeste de la población, encaramado sobre las rocas de Sopeña, una defensa natural a modo de muralla sobre el río y de la cual se tiene constancia que ha sido habitada desde al menos el Neolítico.
Continuamos callejeando por Sepúlveda llegamos a la oficina de turismo que ahora sí está abierta.
Entramos para pedir un mapa y descubrimos que aquí tienen la antigua cárcel de la ciudad que se puede visitar, aunque no la visitamos, pero si nos quedamos con las ganas.
Y llegamos de nuevo a la plaza Mayor de Sepúlveda. Una de las más bonitas que hemos visto.
Y así poco a poco hemos recorrido todo el pueblo que nos ha encantado.
Las vistas son preciosas casi desde cualquier lugar.
Al final se nos ha hecho tarde y casi se está poniendo el sol, pero queremos ir a ver las Hoces del Duratón, en uno de sus miradores más bonitos.
Desde el aparcamiento teníamos estas bonitas vistas del Río Duratón, pero para vistas bonitas debemos continuar con la ruta.
¿Os venís con nosotros a ver las mejores vistas de las Hoces del Duratón?
Excursión completa de un día desde Madrid:
Sepúlveda, uno de los pueblos más bonitos de Segovia.
Las vistas más bonitas de las Hoces del Duratón en Segovia.
👍
Si. Y tiene el título completamente merecido sin duda alguna!!!!