La locura de un genio. Castillo de Clos Lucé donde vivió Leonardo da Vinci

Fue construido por Étienne le Loup a mediados del siglo XV, posteriormente fue adquirido en 1490 por el rey Carlos VIII de Francia como regalo para su mujer, Ana de Bretaña. Más tarde, fue utilizado por el rey Francisco I, así como por su hermana, Margarita de Navarra.

El Castillo de Clos Lucé se encuentra en Amboise en pleno Valle del Loira y a parte de su atractivo es conocido por ser la residencia de Leonardo da Vinci durante sus últimos años de vida.

Leonardo terminó sus días en Francia debido a numerosos factores que le obligaron a escapar de su país de origen, problemas con la justicia, la muerte de su mecenas, la parálisis que le mantenía alejado de toda aquella pintura que quería realizar y además recibió una oferta del rey Francisco I, en que le concedía 700 escudos de oro al año, un castillo (El Castillo de Clos Lucé) y los títulos de primer pintor, arquitecto e ingeniero del rey, con el único encargo por parte del rey era charlar con el monarca.

Todos estos factores hicieron que Leonardo abandonara su país para terminar sus años en Francia.

Château en francés significa tanto castillo como palacio y en esta ocasión hace más referencia a Palacio, debido a su fachada de ladrillo rosa y piedra de toba del siglo XV.

Debido a su belleza y características aleja de nuestra mente cualquier pensamiento de guerra y por el contrario nos atrae pensamientos de retiro y tranquilidad, que es lo que debía buscar Leonardo para sus últimos días.

El Castillo de Clos Lucé se encuentra solamente a 500 metros del castillo de Amboise. Se cuenta que están comunicados por un pasadizo secreto, que utilizó en diversas ocasiones Francisco I para escabullirse de palacio y poder charlar con el pintor, tal y como habían acordado.

Pero Leonardo no se fue solo, sino que se llevó consigo a la Gioconda, a la Virgen y el niño con Santa Ana y el San Juan Bautista. Por ese motivo La Gioconda se encuentra hoy en día en un museo en Francia, en el Louvre.

Hoy podemos disfrutar de una copia en este retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo, conocida como Gioconda o Mona Lisa en el Castillo de Clos Lucé.

La visita al castillo

Comenzaremos la visita al castillo la atalaya junto con el palomar que no trasladan a una época medieval de batallas y conquistas.

El palacio fue restaurado por la familia Saint Bris recobrando todo su esplendor renacentista.

Continuaremos por la galería principal, una gran sala renacentista, donde Leonardo recibía a sus invitados.

Nos encontraremos algunos hologramas donde nos cuentan algún pasaje de la vida del pintor, en concreto asistimos al encuentro del maestro con el Cardenal de Aragón.

Continuaremos la visita por la planta alta donde se encuentra su dormitorio en la que murió en 1519 y la cámara de Margarita de Navarra que también disfrutó de su compañía (en nuestra visita se encuentra cerrada la primera planta por restauración y no podemos visitarla).

Nos da la sensación que Leonardo va a cruzar por la puerta en cualquier momento y podemos imaginarnos a Leonardo en las cocinas conversando con su cocinera Mathurine, que le preparaba platos vegetarianos y dietéticos siguiendo sus indicaciones. Si, Leonardo era vegetariano, seguro que es otra de esas cosas que no sabías sobre Leonardo da Vinci.

Para celebrar el 500 aniversario de la llegada de Leonardo Da Vinci al Château de Clos Lucé, se han abierto los talleres para que los visitantes podamos disfrutarlos tal y como los dejó el pintor.

Han sido 3 años de investigaciones y trabajos de reconstrucción para reproducir con tanto detalle La Bottega en la que Leonardo Da Vinci le gustaba pintar.

Los talleres recomponen un día cualquiera en la vida de Leonardo, según los diferentes grados de luminosidad, de la mañana a la noche.

Encontraremos decenas de pinturas del artista, sus pinceles y herramientas e incluso la mesa llena de pigmentos de pintura.

También encontramos una completa biblioteca repleta de libros del Instituto de Francia y otras obras antiguas.

En el gabinete de curiosidades se exponen curiosos artilugios como astrolabios, globos terráqueos, esqueletos de animales disecados, herbarios y conchas.

Terminando la visita a los talleres bajamos por un pequeño túnel a lo que creemos son las bodegas y vamos a parar a una pequeña sala, donde hay expuestos algunos de los inventos de Leonardo.

Algunos los veremos después a tamaño real en el jardín de Leonardo, pero no nos adelantemos a los acontecimientos.

Cada invento tiene a su lado un cartel con una breve explicación, pero como es habitual en Francia, sólo lo explican en francés y como nosotros no entendemos francés nos quedamos un poco igual que estamos.

De la sala accedemos al exterior, a los jardines donde nos encontramos un pequeño recinto, donde aquí hay expuestos en miniatura cientos de inventos también de Leonardo.

Algunos los conocemos, otros no los hemos visto en la vida. Pero son realmente curiosos. Y nos damos cuenta de la mente que tenía Leonardo. Un completo genio que seguramente hoy seguiría siendo tratado de loco.

Otro detalle de este castillo son las impresionantes vistas que hay del Castillo de Amboise y Leonardo era muy aficionado a quedarse ensimismado en sus pensamientos contemplando estás maravillosas vistas.

Accedemos a los jardines, denominados como los jardines de Leonardo.

Y es que no solo por haber vivido en esta casa reciben su nombre sino porque le gustaba mucho pasear por los jardines y se pasaba horas ensimismado pensando en nuevos inventos y en su manera de llevarlos a cabo.

Según salimos de la casa nos encontramos un pequeño huerto donde seguramente en otros tiempos pasaban directamente del suelo a la mesa de Leonardo, aunque hoy en día da un poco pena verlo. También es cierto que estamos a temperaturas bajas, rondando a estas horas los 0° y así no hay huerto que sobreviva.

Nos encontramos también un simpático pavo real que campaba a sus anchas por todo el parque.

¿Os podéis creer que aún a día de hoy, no he conseguido nunca ver un pavo real con la cola abierta?

Pues si, mira que me pongo a correr detrás de ellos a ver si consigo asustarlos un poquito, pero nada, debe ser más cómico que asustadizo el verme corriendo detrás de ellos mientras muevo los brazos como si alas se tratasen.

Cuándo nos adentramos un poco más en el verdadero parque entendemos perfectamente por qué Leonardo se pasaba las horas en este lugar ensimismado en sus pensamientos. Lugar donde los haya para encontrar la inspiración, sea del tipo que sea.

Es un lugar auténtico y muy bucólico donde encontramos un montón de rincones bonitos que no dudaremos en llevarnos de recuerdo en forma de fotografía.

Según vamos recorriendo el parque nos vamos encontrando diferentes inventos a tamaño real de Leonardo da Vinci, que harán las delicias de los más pequeños ( y no tan pequeños😉)

El Puente Giratorio fue un diseño que hizo Leonardo para el Duque Sforza. Se podía “guardar” y ser transportado para su uso por los ejércitos en movimiento. El puente se balanceaba sobre un arroyo o una fosa y se ponía al otro lado para que los soldados pudieran pasar sin problemas. El dispositivo tenía ruedas e incorporaba un sistema de cuerda y poleas para un empleo rápido y fácil transporte. También estaba equipado con un tanque de contrapeso para fines de equilibrio.

En la fotografía siguiente vemos el denominado como “el tanque”.  Y es que muchos de los inventos de Leonardo tienen su mayor repercusión entre las armas de guerra.

El Tanque fue diseñado para ser conducido directamente a un campo de batalla y diezmar al enemigo con sus cañones de 360 grados.

El tanque se basa en la concha de una tortuga. Leonardo se inspiraba a menudo en la naturaleza para llevar a cabo sus invenciones.

Lástima que los que”vuelan” estén anclados al suelo y no podamos comprender su funcionamiento.

En la imagen anterior ¿no os recuerda a la rueda en la que giran los ratones?

He intentado buscar información sobre este artilugio, pero no he encontrado nada, así que si alguien que sepa el significado o para qué lo inventó, agradecería que me dejéis un comentario.

Si queréis saber más sobre los inventos de Leonardo os animo a leer esta entrada, que habla sobre un montón de sus inventos.

A parte de los numerosos inventos que encontraremos en nuestro recorrido, el parque es un parque precioso, como ya he comentado y tiene un precioso lago, que en nuestra visita estaba prácticamente congelado.

No queremos ni imaginar cómo tiene que estar de bonito este parque en primavera cuando la vida vuelve al bosque después de un frío invierno e inunde todo de color y flores a cada cual más bonita.

Sin duda el espectáculo está garantizado.

Nosotros no podemos resistirnos y tenemos que confesar que nos ha gustado muchísimo más el Jardín de Leonardo, que la casa.

Pero es que allá donde miramos, encontramos un rincón donde quedarnos un rato a pensar e intentado capturarlo con la cámara.

Sin duda el sentir que se nos duermen las manos o los pies por la fría temperatura es lo que nos hace despertar de este letargo en el que nos hemos encontrado con este bello parque o jardín.

También encontramos antiguo Prieuré (Priorato), que hoy en día es un restaurante con la decoración y el menú inspirados en el Renacimiento.

La pena que en nuestra visita estaba cerrado, creemos por temporada, pero donde seguro nos hubiésemos tomado un buen café o chocolate bien calentitos.

No me importaría vivir aquí una temporada. ¿Y a ti?

¿Os habíamos dicho que los niños encontrarían numerosos columpios donde entretenerse? 😉

Ahora si que si, nos despedimos del Castillo de Clos Lucé, donde vivió y murió Leonardo da Vinci, para continuar con nuestra ruta por el valle del Loira en Navidad.

Aquí puedes leer nuestra guía completa del viaje al valle del Loira en 5 días en Navidad:

Viaje al Valle del Loira en 5 días en Navidad. Guía y preparativos.

• Viaje Valle del Loira en Navidad. Día 1. Llegada a Nantes.
• Viaje Valle del Loira en Navidad. Día 2. Angers – Château de Brissac – Château de Saumur – Château de Breze – Abaye Royale de Fontevraud – Tours
• Viaje Valle del Loira en Navidad. Día 3. Tour – Château Cheverny – Château Chambord – Blois – Château Chaumunt – Château Chenonceau – Tours
• Viaje Valle del Loira en Navidad. Día 4. Château Amboise y Clos Lucé – Vllandry – Langeais – Château D Azay-le-Rideau – Château D’Usse – Chinon – Nantes
• Viaje Valle del Loira en Navidad. Día 5. Recorriendo Nantes y vuelta a Madrid. 
• Dónde comer en Nantes, Francia
• El Castillo de Chambord, uno de los Castillos más bonitos del Valle del Loira.
• Chenonceau el castillo de las Damas. El más bonito del Valle del Loira
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