Viaje al Valle del Loira en Navidad. Día 5. Nantes y vuelta a Madrid.
Hoy es nuestro último día por el Valle del Loira en Navidad, pero aún nos quedan unas horas hasta que salga nuestro avión con destino Madrid.
Ya sabemos que no es suficiente pero tenemos casi el día completo para descubrir Nantes.
Así que comenzamos como no puede ser de otra manera buscando un lugar donde desayunar.
Pasamos por el castillo que a estas horas aun no han abierto, aunque si que vemos gente paseando o haciendo deporte por sus jardines. Hay que tener valor para estar corriendo a estas horas con el frío que hace.
Ademas la niebla que ayer nos acompaño durante todo el día, hoy sigue presente. Esperemos que vaya levantando a lo largo de la mañana.
Paseamos por una ciudad aun dormida y eso que ya son las 9 de la mañana pero se ve que por estos lares no madrugan mucho.
Los puestos de los Mercadillos de Navidad aun están cerrados y nosotros vagamos un poco sin rumbo buscando algún lugar donde desayunar.
Vemos algunos locales que están abiertos, pero de los que venden bollos para llevar.
A nosotros nos apetece un buen café bien calentito que nos de fuerzas para comenzar a recorrer Nantes en un día.
Por fin encontramos una cafetería donde podemos sentarnos a desayunar tranquilamente y como no, tiramos por la bollería. ¡No se puede con nosotros!
Una vez con los estómagos llenos y calentitos comenzamos la ruta de un día por Nantes.
En Nantes hay una línea de color verde que recorre todos los puntos de interés de la ciudad.
Nos parece una alternativa muy eficaz al plano de toda la vida, que aunque lo tenemos para consultar lo que tenemos delante, nos resulta muy útil ya que de esta manera recorremos cada punto de la ciudad.
Nuestra ruta comenzamos por el barrio L’Ile de Nantes o el barrio de la Creatividad.
Es una zona industrial donde parece ser que hay muchas galerías de arte y los edificios han sido reconvertidos en exposiciones de arte al aire libre.
A nosotros no nos termina de convencer está zona aunque es algo curioso. Pero creemos que si solo tienes un día para conocer Nantes, como nosotros, es totalmente prescindible.
De echo hay una zona en la que se pierde la línea verde y no es posible continuar. Creemos por alguna obra de remodelación de las aceras que han sido sustituidas y no se ha vuelto a pintar la raya verde.
En el mapa que tenemos marcado también viene el recorrido de la línea así que no es difícil retomarla en otro punto, donde continua más adelante.
Llegamos a la Isla de Nantes. Una pequeña isla en el cauce fluvial del río Loira y constituye uno de los 11 barrios de Nantes.
Aquí destacan las máquinas de Nantes, un proyecto turístico y cultural desarrollado en Nantes.
Consiste en una serie de animales o bestias creadas a gran escala y que algunas son propulsadas, basadas en los animales que creó Julio Verne es sus novelas.
Se extiende por los antiguos astilleros.
Este proyecto fantástico es un proyecto de Pierre Orefice y François Delarozière, dos escenógrafos procedentes del mundo del espectáculo callejero, que han unido a los personajes de Julio Verne con el funcionamiento de las máquinas de Leonardo da Vinci.
Sin duda alguna esto es una de las cosas que ver en Nantes y de lo que más ganas teníamos de conocer en la ciudad.
Destaca entre todas estas figuras el Elefante.
Un grandioso paquidermo de 12 metros de alto, 21 de alto y 48 toneladas, recibe al visitante expulsando agua por la trompa y recorriendo el recinto. Para los más valientes hay una pequeña terraza en sus lomos, donde estamos seguros las vistas deben ser espectaculares.
En nuestra visita lo encontramos parado, pero aún así nos impresionó bastante.
También destaca un carrusel con personajes y animales sacados de los cuentos de Julio Verne.
En realidad está compuesto por tres niveles de tiovivos.
En la planta baja encontramos criaturas del fondo marino, un enorme cangrejo, un calamar gigante, caracolas y extrañas criaturas que giran entre algas.
En el siguiente nivel encontramos peces rayas, mantas, peces pirata y otros insólitos animales.
En el último nivel llegamos a la superficie encontrando barcos luchando contra tempestades, serpientes marinas, carruajes tirados por caballitos de mar.
Así es este fantástico lugar. Una pena que no lo pudiéramos probar, porque la niña que llevo dentro de quedó con ganas de montarse en este peculiar tiovivo.
Tras recorrer la zona de la Isla de Nantes, llegamos a la zona de los astilleros, donde encontramos un impresionante buque de guerra, se trata del Maillé-Brezé.
Si eres un aficionado a las guerras seguro que te encanta la visita a este buque de guerra.
Nosotros no lo visitamos porque preferimos conocer otros lugares en Nantes.
Desde aquí tenemos unas bonitas vistas del casco histórico de Nantes, al otro lado del río.
Lástima que el día no acompaña mucho.
Y por fin puedo decir que he encontrado una canasta a mí altura. Si hubiera crecido en Nantes habría debutado como jugadora de baloncesto, jeje.
Continuamos recorriendo la línea verde que nos enseñándole lo que tenemos ver en Nantes en un día.
Así, caminando, como durante todo el día, llegamos al Museo de la Abolición de la esclavitud.
Cómo sabéis, la esclavitud fue esa gran lacra que tenemos los seres humanos sobre nuestra historia.
Primeramente nos encontramos algunas placas en el suelo con las fechas de los barcos que salieron de este puerto cargados de esclavos.
Poco a poco vas sumando, uno, dos, tres, cien, doscientos. Y empiezas a ser plenamente consciente de la cantidad de hombres, mujeres y niños que fueron vendidos como es esclavos.
Los números nos dan vértigo.
Nantes fue uno de los mayores puertos desde donde salieron esclavos a diferentes partes del mundo, por lo que tiene sentido que encontremos aquí este museo. Entre el sigo XV y el XIX, muchos puertos europeos se dedicaron al comercio de esclavos: Liverpool, Londres, Bristol, Burdeos, Amsterdam, Lisboa o la propia Nantes.
En el siglo XVIII, Nantes se había convertido en el principal puerto donde banqueros, armadores. industriales, comerciantes. constructores navales, marinos, etc. vivían alrededor de este comercio.
Desde la abolición de la esclavitud en 1848, queda relegada en la memoria y en el silencio. A partid del siglo XX, la ciudad empieza a buscar en este capítulo en el momento en el que la ciudad se prepara para la exposición “Los Años de la Memoria”.
Es entonces cuando la ciudad de Nantes deciden crear este memorial, para que no olvidemos lo que la reza puede llegar a ser.
Hay que conocer la historia para no volver a repetirla.
Un espacio de casi 7000 metros cuadrados donde encontramos planos, contratos, escritos, diferentes objetos e incluso referencias a quienes lucharon por su abolición
Encontramos diferentes paneles con diferentes historias que han sido sucediendo en la historia en relación con la esclavitud.
“I Have a Dream” (Tengo un sueño), nos llama poderosamente la atención este panel, y es precisamente el discurso más importante que dio Martin Luter Khing, donde hablaba de un mundo futuro en que la gente negra y blanca pudieran convivir en un mundo entre iguales, el 28 de Agosto de 1963.
Pasó a ser uno de los discursos más importantes de la historia.
A nosotros se nos ponen los pelos de punta al visitar este museo, pero creemos que es necesario para conocer la historia que vamos escribiendo.
La visita nos ha dejado el corazón encogido, pero continuamos con nuestro recorrido por Nantes en un día.
Somos conscientes de la importancia que está recobrando el arte urbano y no podemos evitar fotografiarlo allá donde vayamos.
Cerca nos encontramos con este mural, que aunque no sabemos muy bien como interpretarlo. nos llama la atención.
Continuamos por nuestro recorrido en Nantes de un día y ya si hemos llegado al centro histórico de Nantes.
Llegamos a Curso Cambronne, una bonita plaza que nos traslada a otra época.
Llegamos al Museo de la Prefectura Dobreé.
El museo se compone de dos, el museo Arqueológico, y el Museo Thomas Dobrée propiamente dicho, con sus colecciones expuestas en su precioso palacio del siglo XIX.
Los edificios de estilo medieval. nos llaman la atención. Nos gustaría poder visitar el museo ya que parece que es muy interesante. Así tenemos excusa para volver en un futuro.
Estamos un rato haciendo fotos, pero tampoco nos demoramos mucho y continuamos con la visita, siguiendo siempre la línea verde.
Llegamos al Museo de Historia Natural de Nantes, muy cerquita del anterior.
El edificio nos recuerda en cierta manera al Parlamento Aleman aunque no sabemos muy bien por qué.
Llegamos al Museo de Historia Natural de Nantes, muy cerquita del anterior.
El edificio nos recuerda en cierta manera al Parlamento alemán aunque no sabemos muy bien por qué.
Hemos llegado a la zona más animada de Nantes con un montón de tiendas y plazas donde hay varios lugares para tomar café.
No vemos ningún sitio para llevar café, por que la verdad que con el frío que hace apetece un café calentito.
No puedo fotografiar los diversos cascanueces que me voy encontrando por el camino así como toda la decoración Navideña.
Y es que Nantes vive muy intensamente la Navidad, y sus calles son auténticos cuentos.
Los escaparates de las tiendas de Navidad son espectaculares y veo mucho que son animados.
La Opera de Graslin a estas horas dormida, se alza ante nosotros, aunque no es de las mejores óperas que hemos visto, aunque la plaza en la que se encuentra tiene ese aire francés que lo hace tan especial.
Mientras paseamos por Nantes, hemos desistido de tomarnos un café y hemos decidido ir a comer, porque tenemos hambre y aquí se come bastante temprano. Así que aunque aún es pronto, incluso para el horario francés, vamos a ir paseando mientras vamos localizando algún sitio donde comer.
Llegamos a las Galerías Pommerage, construido en 1843 y contiene numerosas estatuas y columnas. Es otra galería como la que encontramos en Nápoles, Milan o Bruselas.
Las galerías aunque pequeñas, son preciosas, y más con la decoración Navideña que han puesto, que llaman muchísimo la atención los árboles de Navidad de color azul eléctrico.
¡Me encantan!¿Puedo poner uno así en mi salón?
Damos una vuelta por su interior y para resguardarnos un rato del frío, pensando que encontraremos algún local de comida rápida.
Pero nada, no encontramos nada.
Salimos por la siguiente puerta de las galerías y llegamos a la Place Royal, donde ya estuvimos anoche y es donde se encuentra los mejores Mercadillos de Nantes.
Ahora tiene más ambiente que esta mañana, pero recordamos que ayer estaba a rebosar.
No encontramos en los puestos de comida nada que realmente nos apetezca y como ya cenamos ayer en los puestos, queremos comer en un sitio sentados y calentitos.
Finalmente encontramos un sitio dónde comer en Nantes, que está como a unos 10 minutos andando del casco histórico, la creperie Ker Breizh. Un lugar muy recomendable para comer unos deliciosos Crepes.
La niebla vuelve a estar presente y empieza a envolvernos lentamente.
Continuamos con el paseo para conocer Nantes después de una deliciosa comida, y retomamos el recorrido de la línea verde que recorre todo Nantes.
Llegamos a una Iglesia que creemos que es la Catedral por su magnitud, pero en seguida nos damos cuenta que se corresponde con la Basílica de San Nicolás.
Es de estilo neogótico y la iglesia original se construyó entre los siglos XI y XII.
La niebla empieza a ser densa y cualquier excusa es buena para entrar un poco en calor, así que entramos para cotillear su interior. Pero no nos resulta demasiado interesante y queremos continuar con la ruta de un día por Nantes.
Muy cerca de la Basílica de San Nicolás, nos encontramos ahora si, con la Catedral de Nantes, Catedral de San Pedro y San Pablo.
La catedral está cerrada así que no podemos entrar a conocerla. Una lástima porque pinta bien, aunque por otro lado aún nos quedan cosas por ver en Nantes.
Cerca de la catedral encontramos alguna tienda gourmet, nuestro bolsillo está un poco resentido, pero no podemos evitar echar un ojo al escaparate.
¿Y es que quien se puede resistir a unas “babas al ron”?
Continuamos paseando por Nantes descubriendo lugares preciosos mientras la niebla es cada vez más densa.
Continuamos con el paseo y llegamos a la Plaza Marechal-Foch, saliendo desde la catedral.
A esta plaza se la conoce como la Plaza Luis XVI, debido a su columna que fue erigida en 1790 como Columna de la Libertad, tras la revolución y muestra una de las pocas representaciones de este rey en Francia.
En la misma plaza encontramos varios palacetes del siglo XVIII.
También llegamos a la antigua casa del Cabildo, la Psallette, es del siglo XV y forma un todo junto a la sacristía de la Catedral.
El tiempo que nos queda en esta ciudad se va acabando, además la niebla ya nos envuelve completamente y además empieza a caer una lluvia muy fina aunque persistente.
Llegamos al Jardín de las Plantas. Un precioso jardín botánico de entrada gratuita y el gran pulmón de la ciudad.
Lo recorremos sin prisa pero sin pausa.
Tenemos que decir que encontramos muchos lugares con encanto, a pesar del mal tiempo que estamos teniendo.
Pero como sabemos que son las últimas horas en esta ciudad y sobre todo del viaje, no nos importa mojarnos mientras recorremos este precioso parque.
Encontramos numerosos tipos de plantas diferentes.
También un invernadero, que aunque está cerrado, tenemos la suerte que hay un pequeño grupo con guía que lo están visitando en ese momento y nos dejan pasar con ellos.
Encontramos en toda la ciudad numerosas referencias a Julio Verne en esta ciudad, así que en este parque no va a ser menos. Julio Verne nació en Nantes, así que están orgullosos de él y no dudan en mostrarlo en cualquier parque o plaza de la ciudad.
Como he dicho son numerosos los detalles curiosos que encontramos en este parque para fotografiar.
Es una pena que haga tan mal tiempo. Además cada vez la lluvia es más fuerte y nosotros estamos sin paraguas.
Encontramos incluso alguna zona con animales sueltos, como esta pobre cabra, que hacía las delicias de los más pequeños.
Con el jardín de las Plantas hemos terminado las visitas que teníamos para hacer en Nantes y hemos completado la vuelta completa que tienen marcado con la línea verde.
Todavía nos queda algo de tiempo hasta llegar al aeropuerto, aunque con la niebla que hay ahora mismo tememos mucho que nuestro vuelo no pueda despegar.
Así que volvemos a la zona del Castillo para verlo por última vez.
Pero aún nos aguarda una sorpresa.
Vemos que esta abierto y se puede acceder tanto a los jardines como a la zona del Castillo.
Y lo que nos encontramos son varios edificios que componen la totalidad del Castillo, que son realmente preciosos.
Y nos los queríamos perder.
Ahora si nos parece precioso el castillo de Nantes, porque lo habíamos visto por fuera y no nos había convencido demasiado, pero claro ahora entendemos por qué. Porque no lo habíamos visto como realmente se merece.
Comenzamos a recorrerlo y descubrimos con sorpresa que podemos rodearlo subidos a sus murallas, y todo de manera gratuita.
Comenzamos a recorrerlo aunque aún no sabíamos en ese momento que lo recorreríamos casi en su totalidad.
Así que si, empezamos a subir escaleras, bajar otras agarrados a barandillas, subir torres.
Así poco a poco nos damos cuenta que lo hemos recorrido casi en su totalidad.
Eso si, para la visita interior ya toca pasar por taquilla.
Pero ya vamos muy justos con la hora y ahora si que no nos da tiempo a visitarlo.
Aunque estamos seguro de que tiene que ser realmente bonito por dentro.
Desde las murallas tenemos unas bonitas vistas de Nantes.
Hay una zona llena de mesas para hacer un picnic. Estamos seguro de que cuando haga sol estarán llenas de gente. Y nos da un pelin de envidia sólo de pensarlo que nosotros estamos prácticamente calados hasta los huesos por la persistente lluvia.
Pero nos da igual, porque estamos felices. Y porque parece que siempre que nos vamos de un lugar aparece como sorpresa algo que nos llama especialmente la atención como nos pasó en Oporto o en Algarve.
Ya se ha hecho completamente de noche, y el Castillo está más bonito si cabe con toda la iluminación.
En el fondo nos da pena no haber entrado. O quizá la pena sea porque ya si que si, se acaba este viaje.
Por más que intentemos alargar este viaje rascando los minutos todo lo que podemos, el viaje está llegando a su fín.
Ha sido un viaje espectacular, que nos ha enseñado muchísimo y hemos disfrutado como enanos aunque nos hayamos encontrado muchísimos lugares cerrados.
La última foto del viaje, para despedirnos de este viaje por el Valle del Loira en Navidad.
Empapados hasta los huesos pero felices volvemos al apartamento donde tenemos las maletas y de camino al coche para poner rumbo al aeropuerto de Nantes.
Cuando cogemos el coche llueve muy fuerte y nos dirigimos al aeropuerto con la incertidumbre de si nuestro vuelo podrá salir por la niebla, porque otra vez como ayer, no se ve a más de dos metros de distancia.
Tras llenar el depósito del coche, entramos en el aeropuerto y buscamos la zona donde dejar el coche.
Lo aparcamos en una plaza cualquiera como nos dijeron cuando lo recogimos y vamos a entregar la llave. Ahora está diluviando y sólo del trayecto del coche a la caseta nos hemos calado pero bien.
Dejamos las llaves del coche y como tenemos el coche a todo riesgo ni lo revisan.
Ponemos rumbo a la terminal y con alivio miramos la programación de nuestro vuelo, que por suerte sale en hora y llegamos a Madrid a la hora programada.
Ahora si que sí, ha terminado este espectacular viaje por el Valle del Loira, otro sueño viajero cumplido.
Aquí puedes leer nuestra guía completa queda así:
Viaje al Valle del Loira en 5 días en Navidad. Guía y preparativos.
- Viaje Valle del Loira en Navidad. Día 1. Llegada a Nantes.
- Viaje Valle del Loira en Navidad. Día 2. Angers – Château de Brissac – Château de Saumur – Château de Breze – Abaye Royale de Fontevraud – Tours
- Viaje Valle del Loira en Navidad. Día 3. Tour – Château Cheverny – Château Chambord – Blois – Château Chaumunt – Château Chenonceau – Tours
- Viaje Valle del Loira en Navidad. Día 4. Château Amboise y Clos Lucé – Vllandry – Langeais – Château D Azay-le-Rideau – Château D’Usse – Chinon – Nantes
- Viaje Valle del Loira en Navidad 1º. Día 5. Recorriendo Nantes y vuelta a Madrid.
- Dónde comer en Nantes, Francia
- El Castillo de Chambord, uno de los Castillos más bonitos del Valle del Loira.
- Chenonceau el castillo de las Damas. El más bonito del Valle del Loira
- La locura de un genio. Castillo de Clos Lucé donde vivió Leonardo da Vinci
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