Día 3 Algarve: Lagos, Praia da Ponte da Piedra, Praia de Pinhâo,Portimao, Praia da Rocha
Hoy cambiamos de sitio para desayunar porque el sitio de ayer no nos ha gustado nada. Así que muy cerquita de dónde tenemos el alojamiento tenemos una cafetería que se encuentra a cualquier hora del día llena a rebosar, asi que eso quiere decir algo.
Y no nos equivocamos esta vez y repetiremos cada día.
Una vez con energía suficiente para todo el día, ponemos rumbo a la primera parada del día, Lagos.
Aquí nos encontraremos con uno de los puntos fuertes del Algarve, y el que más ganas tenemos de verlo, La Ponta da Piedade, o puerta de piedra. Veréis que es la imagen más famosa de todo el Algarve.
La costa algarveña está dominada por altísimos acantilados erosionados por el mar, con numerosas y originales cavidades, así que la mejor forma de descubrirlo es coger un barco.
Nosotros no nos complicamos mucho,y tras mirar en 2 o 3 puestos donde venden los tickets, cogemos el que antes sale por no perder tiempo. Pero de precio tienen todos el mismo.
El trayecto dura aproximadamente una hora y son 15€ por persona.
Así que una vez en el barco, lo primero que te dicen es que te pongas el chaleco salvavidas, aunque el paseo será muy tranquilo.
De ésta guisa comenzamos el trayecto.
Poco a poco nos alejamos de la costa, aunque no demasiado y siempre rodeándola vamos descubriendo las formaciones que nos va contando el conductor.
El Camello, el barco…..Para algunas hay que echarle imaginación.
Encontramos diferentes cavidades y cuevas con numerosos arcos sobre nuestras cabezas.
El recorrido es tranquilo y el barquero no va demasiado deprisa. Aunque si eres propenso a marearte, ya sabes.
Yo no me mareo nunca, así que me suelo olvidar bastante de este aspecto.
En alguna de las cavidades que se mete el barquero podemos observar el intenso color turquesa que adquiere aquí el agua. Es una autentica maravilla.
Una de las veces nos indica el barquero una playa prácticamente sin acceso, a la que sólo se puede acceder descendiendo directamente desde la montaña o en barca.
No le hacemos mucho caso, aunque nos gustaría llegar allí… pero no le damos más importancia.
Poco antes de la hora regresamos al punto de partida con la grata sensación de llevarnos una experiencia más.
Nos ha gustado el paseo en barco y es otra manera de verlo.
Ahora aprovechamos a llegar con el coche a la parte más alta para ver la famosa Ponta da Piedades, o Puente de Piedra desde las alturas, y es que es la imagen más característica del Algarve.
Al ser la zona más turística se nota en la cantidad de gente que hay. Eso y el calor pegajoso que hace, lo que hace que sea complicado hacerse hueco para una foto.
Entre codazos y empujones (qué poco respetuosa es la gente) conseguimos alguna foto, pero el sol está en lo más alto y no quedan muy bien.
Es hora de comer, por lo que antes de ir a la playa nos acercamos al pueblo de Lagos a comer.
Damos un pequeño paseo por Lagos para conocerlo pero no tiene grandes atractivos turísticos pero si mucho ambiente.
Lo que si encontramos son muchos murales con graffitis realmente bonitos.
No se por qué pero últimamente me llama mucho la atención este tipo de reclamo artístico y tengo que reconocer que algunos son verdaderas obras de arte.
Entre foto y foto paramos a tomar una cerveza en un Indio. Pero como el primer día que llegamos ya cenamos en un indio no nos apetece repetir y preferimos probar algo más típico de la zona.
Todo lo que vemos es demasiado turístico o no hay sitio para sentarse, así que seguimos descubriendo Lagos sin prisa.
Al final encontramos un sitio con mesas a la sombra que nos convence(muy importante con la que está cayendo).
Raro en nosotros, pedimos el mismo plato. Normalmente pedimos dos diferentes y compartimos. Pero esta vez no. Hoy no compartimos 😉
Pedimos Frango à Piri-piri. Un plato típico de la cocina portuguesa y concretamente de la zona del Algarve.
Es un pollo a la brasa con una salta picante con diversas especias que resulta estar muy rico.
El precio no lo recuerdo. Lamentablemente he perdido todas las notas de este y otros viajes posteriores. 🙁
Pero no fue muy caro. No se si fueron 7 u 8€ por persona.
Bueno una vez saciado el hambre decidimos ir a relajarnos a la playa.
Pero antes volvemos a ver Ponte da Piedade, que nos ha encantado.
Mejor luz porque el sol ya no está tan arriba, y ahora sí, no sin gente, pero sin las masificaciones que viéramos antes.
Intentar no ir a las horas más turísticas porque es un hervidero de gente.
¿No es una maravilla?
Aún así sigue habiendo mucha gente y creemos que la playa tiene que estar hasta arriba, así que decidimos ir a darnos un baño a otra playa que no sea la principal. Buscamos con el gps y decidimos seguir un sendero que nos lleva a otra.
Pero resulta que nuestro amigo google maps hoy quiere portarse bien y nos ha llevado a la playa de Prinhâo. Ésa que viéramos desde el barco de difícil acceso. Así que no podemos dejar pasar la oportunidad de ir a conocerla.
El acceso no es sencillo y no apto para chancas. Yo llevo sandalias cerradas que sujetan el pie pero Rafa lleva chanclas. Así que se va al coche a dejar la cámara, mochila y a cambiarse para ponerse unas deportivas.
Yo mientras voy bajando entre piedras y haciendo uso a veces de las manos para poder bajar.
Y consigo llegar a la playa.
Y Ohhhhhh es una maravilla. Una calita pequeñita, donde hay un pequeño grupo de chicos pero que no tardan mucho en irse.
Así que cuando llega Rafa podemos disfrutar de la playa prácticamente en soledad.
Ahora me arrepiento de no haber traído la cámara 😉 pero hacemos alguna foto con el móvil.
Éste es el acceso. Y la bajada es prácticamente vertical desde el acantilado. Pero oye, merece la pena. Y además casi sin gente.
Aprovechamos a desconectar un rato y conectar con el mar, que nos hace falta.
Cuando vemos que se empieza a ir la luz, decidimos ir regresando porque tenemos un rato hasta llegar arriba.
El ascenso es más complicado, que la bajada, sobre todo porque en el último tramo nos hemos desviado del camino por el que iniciamos el descenso y nos encontramos con un desnivel de más de metro y medio y no hay ningún saliente para agarrarse y poder subir.
Gracias a un chico inglés que me ayudó a subir 😉
PORTIMAO
Cogemos el coche y llegamos a Portimao en muy poquito tiempo.
Tardamos mucho en aparcar y damos mil vueltas. Cuando conseguimos aparcar, bastante lejos del centro, intentamos descubrir algo que nos llame la atención.
Pero tras varias vueltas, incluido por el Paseo marítimo y ver atardecer desde las calles de Portimao, no conseguimos encontrar nada que nos motive.
El día ha dejado el listón muy alto, pero es que realmente Portimao no tiene ningún interés ( o nosotros no lo encontramos, que también puede ser).
La tónica del día y que repetimos varias veces fue “Portimao, que nos han timao” 😉
Hay que ver las cosas con humor.
Con éstas y entre broma y broma sobre Portimao ha llegado la hora de regresar a nuestra casa estos días y descansar para mañana.
Pero nos llevamos esta imagen en la retina porque al fin y al cabo el día ha estado genial……
Recorrido de hoy: Albufeira – Lagos -60 km – Portimao – 30.9km – Lagos – 30.9km – Albufeira – 60km. Total 181.80 km
Guía completa. Que ver en el Algarve en 9 días:
- Día 1 Algarve:Merida, Lisboa y Llegada a Albufeira, en Portugal.
- Día 2 Algarve: Faro, playa de Faro y Loulé.
- Día 3 Algarve: Lagos, Praia da Ponte da Piedra, Praia da Pinhâo, Portimao.
- Día 4 Algarve: Silves, Caldes de Monchique, Monchique, Aljezur, Praia de Arrifana
- Día 5 Algarve: Tavira, Ilha de Tavira, Praia do Barril
- Día 6 Algarve: Raposeira, Menhires de Milrei y Padrâo, Vila do Obispo, Sagres, Praia de Beliche y Cabo san Vicente.
- Día 7 Algarve: Faro, Ilha Deserta, Cacela Velha.
- Día 8 Algarve: Estoi, Olhao, Praia de Benagil, Lagoa.
- Día 9 Algarve: Regreso a casa visitando Zafra y Trujillo
- 50 cosas que hacer en el Algarve, Portugal
- Vídeo resumen Algarve
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