Guía. Qué ver en el Algarve en 7 días.

Nuestras vacaciones del 2016 no estaban muy claras porque yo seguía con trabajos temporales y mi chico estaba a tope en el curro.

Al final conseguimos cuadrar unos días y el destino elegido sería el Algarve. Una zona que podíamos recorrer tranquilamente a nuestro aire y que no necesitamos coger billetes de avión.

Pensamos en el Algarve porque necesitábamos descansar. Pero al final empezamos a tirar de la cuerda….. y como siempre no paramos ni un minuto. Aunque este viaje ha sido de los más tranquilos que hemos hecho.

Así que comenzamos a organizar.

Cuando nos pusimos a investigar, resultó ser un destino caro en cuanto a alojamiento. Empezamos a mirar, a mirar. Y todo tenia precios desorbitados.

Reservamos un hostal…..y enseguida lo anulamos porque no habíamos leído los comentarios….

Total que buscando buscando…encontramos algo bastante decente en Airbnb.

Muy barato…. Aunque luego nos dimos cuenta que no habíamos cogido la casa completa sino una habitación….. Bueno no nos hace mucha gracia, pero ya lo teníamos reservado.

Al final el viaje nos quedó de la siguiente manera:

El día 1 de Septiembre madrugamos mucho porque teníamos muchos kilómetros por delante.

La primera parada del día sería Mérida. Nos hacía ilusión ver el Teatro Romano.

Finalmente no lo visitaríamos por la entrada costaba 14€ y tampoco queríamos dedicarle mucho tiempo. Ya volveremos en otra ocasión en exclusiva a este viaje.

Por el camino decidimos desviarnos un poco e ir a comer a Lisboa.

La decisión no es muy acertada porque al final no podemos disfrutar como esta ciudad se merece y nos vamos con un recuerdo agridulce, donde el estrés y las prisas dominan las horas que pasamos en ella. Otra ciudad que merece la pena volver con tiempo.

Finalmente llegamos a Albufeira cerca de las 9 de la noche, reventados de tanto coche pero felices de empezar un nuevo viaje.

El primer día oficial del viaje visitamos Faro y una Capilla que yo tenia entre ceja y ceja hace tiempo La Capilla de los Huesos de Faro.

Nos perdemos por las callejuelas de Faro. Una pequeña ciudad que guarda su encanto de murallas para adentro.

Finalmente vamos a relajarnos a la playa de Faro y a última hora de la tarde visitamos Loulé y su bonito ayuntamiento.

El tercer día nos vamos a conocer la localidad de Lagos donde cogemos un bote que nos lleva por todas las cuevas. ¡Una experiencia increíble!

Después de la experiencia nos vamos a la famosa Praia da Ponte de Piedra, la imagen más fotografiada de todo el Algarve, no sin motivos.

Con el calor que hace queremos huir un poco del turismo que se aglomera en este punto y queremos ir un poco a la playa. Investigando un poco con google maps descubrimos una playa que hemos visto antes con el barco a la que sólo se hace por mar o bajando literalmente por la roca.. ¿Suena bien no?

Pues allá que nos vamos. Yo soy la primera en bajar y Rafa se va al coche a ponerse un calzado más apropiado y a dejar la cámara porque no me atrevo a bajar con ella. Aunque luego con una mochila hubiera sido posible bajarla.

Pero el caso es que no la llevo y comienza el descenso, literalmente como cabras usando manos y pies porque la bajada es prácticamente vertical.

Se llama Praia Dos Pinheiros y es la sorpresa del día. Una preciosa playa, casi desierta debido a su complicado acceso.

Pero que si yo lo conseguí, cualquiera puede. Eso sí para ir con niños es complicado. Igual que con todo el arsenal playero no recomendable. Lo que se lleve en una mochila, porque haréis uso de pies y manos.

Cuando nos cansamos de disfrutar de esta maravilla iniciamos el ascenso no sin alguna dificultad. Y a la hora de llegar arriba del todo nos hemos debido de desviar y nos encontramos con un desnivel de un metro setenta aproximadamente. Y gracias a un chico francés somos capaces de subirlo. 😉

Retomamos al coche y llegamos a Portimao. Un pueblo que no nos dice mucho y terminamos en la playa da Rocha descansado.

Nuestro cuarto día comenzamos visitando la fortaleza de Silves, una fortaleza medieval de  origen árabe.

Después pretendemos hacer una pequeña ruta de senderismo por Caldes de Monchique. Pero hace demasiado calor y la ruta que pretendemos hacer está cortada por los recientes incendios que se dan por la zona. De hecho durante el día veremos un muy importante.

Zona termal donde abundan los balnearios, pero que no son aptos para nuestro bolsillo.

Paseamos sin prisa por Monchique aunque tampoco le vemos mucho interés, a pesar de encontrarlo en fiestas.

Después vamos a Aljezur, un pueblo que nos recuerda a los pueblos blancos de Andalucía.

Como al final la planificación nos ha ido bien decidimos improvisar y nos vamos a ver el atardecer a la Praia de Arrifama.

Otra de las sorpresas del viaje, donde vivimos un atardecer de los más bonitos.

Es una playa de Surf donde veremos muchos aficionados a este deporte. ¡Tenemos que probarlo alguna vez!

Nuestro quinto día tenemos un día más tranquilo y más de playa. ¡Lo llevo fatal! no me gusta nada la playa y en cuando estoy cinco minutos me quiero ir. Pero es que soy así, soy urbanita y playa poco. 😉

Total que hoy estoy un poco de morros por el día que toca, jeje.

Primero visitamos Tavira. Una ciudad que nos sorprende y que tiene un mirador único en el mundo que es una maravilla. Ya os contaré en el post correspondiente.

Y la Pousada, son como llaman los portugueses a nuestros paradores, es digno de ver.

Después nos vamos a la Ilha de Tavira donde pasamos más o menos el día. La playa es bonita, no lo niego, pero está muy masificada. Y eso que hemos ido en Septiembre. En pleno verano no quiero imaginar como es.

Cuando cae la noche conseguimos llegar a la Ilha do Barril donde hay un pequeño cementerio de anclas de barcos. Algo curioso que además pillando con el sol tocando fondo. Muy bonito.

La verdad que en este viaje vimos muchos atardeceres bonitos y este fue otro de ellos.

Nuestro sexto día comenzamos el día viendo unos menhires. No conseguimos encontrar los de Milrei a pesar que damos un par de vueltas por la carretera. Así que desistimos y vamos en busca de los de Padrâo. Igualmente damos unas cuantas vueltas y no los localizamos. Porque donde nos indica el gps no hay na de na….

Ya tiramos la toalla y ponemos rumbo al siguiente destino. Y justo un coche para delante nuestra. Así que paramos nosotros también. Justo aquí encontramos un único menhir. Aunque se supone que hay varios y que están muy cerca no conseguimos localizarlos.

Pero nos quedamos contentos de encontrar éste y recordar esa escena de Axterix y Obelix

Jeje, no soy Obélix pero lo podría haber llevado igual que él perfectamente….. 🙂

Después vamos a Vila do Obispo……. Y cuando veo el panorama me quedo en el coche. Rafa se baja a dar una vuelta y sólo se le ocurre encerrarme para que no me vaya 🙁

Casi muero de calor. Encima empezó a sonar la alarma y todo el mundo me miraba y yo no podía apagarlo. Jajaja Ahora me río, pero en ese momento casi le mato. Menos mal que no encontró nada interesante y vino pronto a rescatarme…..

Después de la decepción de Vila do Obispo, que no hicimos ni una foto nos fuimos a Sagres.

Sagres es una zona preciosa, aunque la ciudadela que hay no merece mucho la pena, si merece la pena el paseo por todos los acantilados que hay. Pero no vayáis un día de sol e pleno verano, vamos como hicimos nosotros porque casi morimos.

Apenas disfrutamos porque lo único que queríamos era ponernos debajo de una sombra.

Después del calor nos refugiamos en un restaurante y tras comer y reponer líquidos con unas buenas cervezas frías nos fuimos a remojarnos un poco a la Praia de Beliche.

Una bonita playa para pasar el rato.

Cuando vimos que el sol estaba ya muy bajo, nos fuimos a ver el atardecer al punto por excelencia del Algarve, El Cabo Sao Vicente.

Y como nosotros lo pensaron miles de personas. De tal manera que no pudimos o no quisimos llegar al faro y nos quedamos un rato antes, donde teníamos unas vistas espectaculares.

Y es que no nos queríamos imaginar cómo sería aquello para sacar el coche en un carril de arena estrecho donde habían aparcado los coches en ambas direcciones.

El atardecer fue perfecto, para un día perfecto.

El séptimo día fue más relajado. Y fuimos a Ilha Desserta, a la que no pudimos ir el día que visitamos Faro. Así que esta vez madrugamos y conseguimos barco.

Ilha Desserta es una isla desierta como su nombre indica y es la más alejada de Faro, pero todos los barcos salen desde aquí.

Y es una playa preciosa dónde a pesar del turismo es fácil encontrar un lugar donde no haya gente y poder disfrutar de este pequeño paraíso que no se encuentra en ningún país exótico, si no en el país vecino, Portugal.

Después del día de playa fuimos a conocer Cancela Velha. Un minúsculo pueblo de apenas dos calles pero que tiene un encanto especial.

Debe ser un lugar típico para cenar porque los restaurantes estaban a tope. Así que para la próxima volveremos.

El Octavo día no teníamos planes porque lo dejamos libre por si nos quedaban cosas pendientes de ver, pero como al final vimos cada cosa para este día no teníamos planes.

Así que cogimos nuestra Lonely Planet e improvisamos quedándonos el día chulísimo.

Fuimos a Estoi, donde visitamos su antiguo parador y sus jardines ¡precioso!

Después visitamos Olhao. Un lugar que recomendaban en la guía y no estaba mal para un paseo.

Después descubrimos la famosa cueva a la que solo se llega en barca o nadando. Se trata de Playa de Benaguil en Lagoa. Vimos que no quedaba muy lejos y para allá que nos fuimos ya que no nos lo podíamos perder.

Estamos un rato en la playa viendo como va mucha gente nadando. Nosotros lo intentamos, pero yo no soy muy buena nadadora y me da bastante respeto el agua. Además el mar está picado y no me veo capaz de llegar. Más miedo que otra cosa. Me voy a la seguridad de la orilla, pero Rafa, si continua. Se lleva la cámara acuática aunque no tiene mucha calidad.

Yo me quedo con las ganas de verla así que preguntamos por las excursiones en barco.

Sólo quedan plazas en la última barca de la tarde. Creemos que no se verá mucho porque será el atardecer. Pero aún así lo contratamos.

Hacemos tiempo en la playa hasta la hora de coger la barca. Y qué puedo deciros. La experiencia fue increíble. La barca empezó a coger una velocidad increíble porque se ve que querían terminar pronto. Además pillamos el atardecer y el cielo estaba completamente rojo. Había un incendio cercano, lamentablemente que devoró gran parte de la zona, pero el humo hizo que el cielo adquiriera ese tono rojo que no habíamos visto nunca.

Hice pocas fotos porque de vez en cuando el barquero, muy  gracioso él, hacía que nos mojarnos y estaba más preocupada de que no se mojara la cámara que de otra cosa.

Así pude visitar la gruta y la elección no pudo ser mejor con la puesta de sol.

Acertamos totalmente.

Al final el día que no pintaba bien fue uno de los mejores del viaje.

El último día fue día de coche y muchos kilómetros. Pero igual que a la ida, hicimos un par de paradas breves para estirar las piernas.

La primera fue Zafra donde visitamos su bonito parador.

Y la segunda y aprovechando la hora de la comida paramos en Trujillo. Un ciudad de Cáceres preciosa. Tenemos que volver en la feria del queso que hacen en Mayo.

Así pusimos fin a un viaje más relajado de lo habitual pero que nos hizo recuperar la energía que nos hacia falta para afrontar los próximos meses que serán duros.

No os perdáis la guía completa del viaje.

Guía completa. Que ver en el Algarve en 9 días:

• Día 1 Algarve:Merida, Lisboa y Llegada a Albufeira, en Portugal.
• Día 2 Algarve: Faro, playa de Faro y Loulé.
• Día 3 Algarve: Lagos, Praia da Ponte da Piedra, Praia da Pinhâo, Portimao.
• Día 4 Algarve: Silves, Caldes de Monchique, Monchique, Aljezur, Praia de Arrifana
• Día 5 Algarve: Tavira, Ilha de Tavira, Praia do Barril
• Día 6 Algarve: Raposeira, Menhires de Milrei y Padrâo, Vila do Obispo, Sagres, Praia de Beliche y Cabo san Vicente.
• Día 7 Algarve: Faro, Ilha Deserta, Cacela Velha.
• Día 8 Algarve: Estoi, Olhao, Praia de Benagil, Lagoa.
• Día 9 Algarve: Regreso a casa visitando Zafra y Trujillo
• 50 cosas que hacer en el Algarve, Portugal
• Vídeo resumen del viaje a Algarve

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