Córdoba día 2. La increíble Mezquita de Córdoba
Qué ver en Córdoba en dos días
Como ayer nos acostamos tarde, hoy se nos han pegado mucho las sábanas, pero tampoco mucho. Si algo hay que hacer en Córdoba pronto, es ir a conocer la maravillosa Mezquita Catedral de Córdoba. Además si nos queremos ahorrar unos eurillos, hay que madrugar un poco, ya que la visita es gratuita si accedemos antes de las 8:30 de la mañana.
El acceso a la catedral de Córdoba es gratuito de 8.30 a 9:30 todos los días de la Semana. A las 9:30 desalojan, para volver a abrir a las 10 de la mañana y ahora ya si, cobrar un “económico” precio de entrada.
A las 8 de la mañana estamos recorriendo una solitaria Córdoba, la cual todavía no ha empezado a despertarse e igual que hiciéramos anoche, recorremos callejas, con el único sonido de nuestros pasos.
Bueno o eso creemos, porque cuando llegamos a la Mezquita, nos encontramos que hay bastante gente que ha madrugado más que nosotros y ya están haciendo cola.
Hay más gente de la que me esperaba, pero tampoco demasiada. Aunque claro, es de agradecer los eurillos que nos vamos ahorrar. La entrada general son de 11€, así que creemos que si tienes oportunidad, merece mucho la pena madrugar un poco para ahorrar este precio, que no es para nada barato.
La cultura debería estar al alcance de todos, aunque por suerte, en esta ocasión tenemos la oportunidad de poder visitarla de manera gratuita.
Esperamos unos minutos y accedemos a unas de las catedrales más impresionantes del mundo, La Mezquita Catedral de Córdoba, más conocida como Mezquita de Córdoba.
Para mi no es la primera vez que la visito, pero aún así es espectacular ese sentimiento que te embarga, al cruzar el primer arco de la entrada.
A estas horas la Puerta del Perdón, esta cerrada pero accedemos por otra entrada lateral y llegamos al patio de los naranjos, el patio más grande de la ciudad, nos recuerda mucho al Patio de los Naranjos de la Giralda de Sevilla.
Accedemos por la Puerta de las Palmas, que da acceso a la mezquita y lo primero que nos encontramos es un bosque de 856 columnas de mármol, jaspe y granito (llegó a tener 1003 columnas), sobre las que se apoyan trescientos sesenta y cinco arcos de herraduras bicolores.
Tras la conquista de Córdoba por los cristianos, estos utilizaron la mezquita para celebrar su culto, pero en el siglo XVI, cuando el Islam fue definitivamente expulsado de la península ibérica, los vencedores quisieron adecuarla a sus creencias: construyeron una catedral renacentista en sus naves centrales.
Accedemos al interior de la Mezquita, aunque sabemos que tenemos poco tiempo, puesto que a las 9:30 nos desalojarán, intentamos aprovecharlo al máximo, aunque es inevitable que nos paremos cada pocos pasos para hacer una foto y otra. Intentamos captar toda la esencia del lugar.
Intentas asimilar todo lo que ven tus ojos, pero no paras de recibir estímulos visuales y quieres fijarte en todos los detalles. Se siente la historia que ha vivido este edificio, que se ha conseguido salvar de los distintos periodos de la historia, incluso periodos de lo más convulsos.
Se empezó a construir como mezquita en el año 786, fue la segunda Mezquita más grande del mundo, por detrás de la Mezquita de La Meca, aunque fue superada por la Mezquita Azul en 1588. El muro de la quibia, no fue orientada hacia la meca, sino 51º hacia el sur, algo muy habitual en las mezquitas de Al-Andalus.
En 1238, tras la Reconquista cristiana de la ciudad, se llevó a cabo su consagración como Catedral. En 1523 se construyó una basílica cruciforme renacentista, de estilo plateresco.
Hoy todo el conjunto, constituye el monumento más importante de Córdoba y también de toda la arquitectura andalusí, junto con la Alhambra. Así como el más emblemático del arte omeya hispano-musulmán.
Tenemos suerte, un chico con pinta de fotógrafo, nos dice que si le podemos hacer una foto y a cambio él nos hace otra. Digo que tenemos suerte, porque por una vez, nos hacen una foto bastante buena. Es complicado encontrar a alguien que sepa cuadrar y enfocar una foto. 😉
La verdad que podemos confirmar sin ningún lugar a dudas, que la Mezquita de Córdoba es una de las Catedrales más bonitas del Mundo, sin miedo a equivocarnos.
Habrá muchas catedrales, que las hay, llevamos unas cuantas a nuestras espaldas, pero la mezcla de culturas que hay en la Mezquita de Córdoba, es inigualable.
Es como si cada uno de los elementos que la componen, encajasen a la perfección en su construcción. Aunque tenemos que decir, que tuvo varias fases.
Cuando los musulmanes conquistaron Córdoba, en el siglo VIII, llegaron a un acuerdo con los cordobeses para compartir el lugar de culto, la Iglesia de San Vicente, aunque en el año 785, el califa Hixam I decide construir una mezquita. A partir de este momento se llevarán a cabo varias modificaciones con influencias persas, grecolatinas, visigodas, coptas, sirias y bizantinas.
La primera mezquita, (785 d. C) constaba de once naves y 130 columnas de doble arcada abiertas a un patio de 75 metros. Contaba con un mihrab (es una especie de nicho en la que se indica la dirección del rezo), que desaparecería en la ampliación posterior.
En la posterior ampliación (945-961 d. C), se incrementa la nave central hacia el sur incrementando en 120 columnas más. Además se construye un nuevo minarete de 75 metros.
Al-Hakam II consigue el periodo de máximo esplendor del califato de Córdoba.
En el reinado de Abd al-Rahman II, se derriba la quiblá y se alargaron las naves, dando cabida a 7.000 fieles más.
En el 987 d. C, se realiza una tercera ampliación hacia el este con 8 naves más. Aquí llegó a tener 24.000 cuadrados.
La cuarta ampliación tuvo lugar entre 1492 y 1523 d.C, donde Carlos V impuso la incorporación de la catedral, dentro de la Mezquita, destruyendo más de la mitad de la obra de Abd al-Rahman II
Destaca su altar de mármol rojo, dos púlpitos barrocos y la sillería del coro de estilo barroco-churrigueresco.
A lo largo de los siglos se han abierto 19 puertas. Las puertas no sólo son concebidas como meros puntos de acceso al edificio, sino como enclaves esenciales para comprender el ceremonial que en él se desarrolla.
Fuimos consumiendo el poco tiempo de visita que teníamos y casi sin darnos cuenta, empezaron a desalojar el edificio.
Como siempre nos fuimos a la parte más alejada de la Catedral, para ir ganando unos minutos mientras los guardias de seguridad iban indicando que se debía desalojar.
Una maravilla de lugar, que además es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (no podía no serlo) y sin ninguna duda un lugar imprescindible que visitar en Córdoba.
Apuramos las últimas fotos mientras nos dirijamos a la puerta de salida, la misma por la que habíamos entrado y felices de haber podido visitar (una vez más en mi caso) este maravillo lugar.
Tras la visita a la Catedral estábamos hambrientos, puesto que no habíamos desayunado, así que visto lo más importante, nos dirigimos a una terraza muy cerca de la Mezquita, donde recargamos pilas como unos campeones.
Los precios en córdoba, a pesar de ser una ciudad tan turística, son muy económicos. Algo que nos sorprende, con los precios tan altos que tenemos en Madrid.
Tras reponer fuerzas nos fuimos a conocer el resto de la ciudad, ya que eran las 10 y poco de la mañana y teníamos todo el día para descubrirla.
Os lo cuento en el próximo post.
Guía de Viaje. Qué ver en Córdoba en 3 días
- Guía de Córdoba. Llegada a la ciudad de Córdoba. Día 1
- Guía de Córdoba. La increíble Mezquita de Córdoba. Día 2
- Guía de Córdoba. Qué ver en Córdoba en un día. Día 2.
- Guía de Córdoba. Los mejores patios de Córdoba. Día 2.
- Guía de Córdoba. Medina Azahara. Día 3.
- Guía de Córdoba. El Alcázar de los Reyes Cristianos. Día 3.
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