Qué ver en el centro Panruso de Exposiciones de Moscú
Había llegado nuestro último día en este maravilloso viaje por Rusia. Hoy volvíamos a casa aunque aún teníamos unas horas ya que nuestro avión salía a las 17 horas.
El resto del grupo prefirió quedarse haciendo la maleta y gastando el tiempo en el hotel. Nosotros no, eran las últimas horas en rusia y teníamos que aprovecharlas.
Nos habíamos quedado con ganas de ir al Museo del espacio. Así que decidimos aprovechar la mañana para ir a visitarlo.
No teníamos muy claro que abriera, porque en algunos sitios ponía que estaba abierto y en otros cerrado.
En la propia página del museo indicaba que estaba abierto, asi que nos arriesgamos a ir.
Desde nuestro hotel teníamos apenas a 5 minutos andando la estación de tren de cercanías, línea Moscú central circle.
Es un línea de tren que va por arriba de la superficie y recorre de manera circular todo el Moscú.
Tras algunos intentos de conseguir nuestra tarjeta Troiska para un día, nos conseguimos hacer entender con la taquillera ( a base de gestos, porque no hablaba nada de inglés) y nos hicimos con nuestra tarjeta de transporte para un día, ya que las anteriores que teníamos ya habían caducado. El billete nos cuesta 1,24€ cada uno para todo el día.
Cogimos la línea roja en Izmaylovo y cinco paradas más, nos bajamos en Botanicheskly Sad que tenía conexión con la línea naranja de metro (Línea Kaluzhsko-Rízhskaya) y una estación más hasta VDNKh, nuestra parada.
Desde el tren tenemos unas bonitas vistas del Palacio del Kremlin de Izmailovo.
En nuestra parada nos bajamos del tren y cogemos el metro. Una única parada hasta la estación VDNKh, una antigua estación de metro, que estaba cubierta de mosaicos y un día decidieron taparlos y pintar de un feo color verde.
Lo primero que nos encontramos nada más salir es el Monumento a los Conquistadores del Espacio.
Un espectacular obelisco de titanio con el que han conseguido literalmente representar la estela que deja un cohete en su despegue. La base del monumento está repleta de figuras que hacen alusión a los logros soviéticos en materia espacial.
Bajo el obelisco se encuentra el Museo de la Cosmonaútica, nuestro destino.
Así que nos dirigimos hacía allí para comprobar si está o no abierto.
Como nos temíamos se encuentra cerrado, aunque vemos a algún empleado dentro. Pero está claro que está cerrado.
Nos habíamos hecho ilusiones porque en la página web ponía que estaba abierto. Creemos que si abren los lunes, pero se encontraba cerrado por las festividades del 9 de Mayo, como tantas otras cosas que nos encontramos cerrados.
Para rematar la desilusión yo voy a sacar mis gafas de sol y están rotas. ¡Qué p****a!
Bueno tenemos toda la mañana para descubrir la zona, ya que cualquier cosa es mejor que volver al hotel para estar en la habitación. 😉
Así que nos vamos a conocer el Centro Panruso de Exposiciones.
Llamado popularmente por las siglas de su antiguo nombre, VDNKh (Exposición de los logros Económicos de la URSS). Fue Stalin quien mandó construir este espacio poco antes de la II Guerra Mundial, hay más de 70 pabellones y el parque ocupa más de dos 2 Km², es el estilo soviético en estado puro.
La entrada principal del parque es un arco de triunfo en el que se encuentran las figuras de un conductor y de una koljosiana.
Los personajes van juntos hacia el futuro, teniendo en sus manos un martillo y una hoz. Talladas por Vera Mújina, estas estatuas se concibieron para adornar el pabellón de la URSS en la Exposición Internacional de París, en 1937. Tras un proceso de restauración se ha vuelto a colocar la estatua en su lugar original.
El parque es tan inmenso que en los meses de verano hay un tren que lo recorre entero.
Nosotros empezamos a recorrerlo sin muchas expectativas. Aunque posteriormente nos daremos cuenta que no hay un parque análogo a este en ninguna otra parte del mundo.
Aunque en seguida todo nos llama la atención.
Nos encontramos con la avenida central que contiene el monumento a Lenin y la Casa de los Pueblos de Rusia.
Aquí hay un exposiciones de todos los carteles utilizados cada año desde su inauguración.
Otro símbolos de la VDNJ son sus famosas fuentes, diseñadas por el arquitecto Konstantín Topuridze. La fuente Amistad de los Pueblos, está formada por quince estatuas doradas que representan a las quince repúblicas que constituían la Unión Soviética.
Sus estatuas de cuatro metros de altura y 2500 Kg. de peso cada una, están recubiertas de seis kilos de pan de oro.
Además de lo chulo que está el parque hace un día de primavera ( y vamos cargados con los abrigos) Es un gusto pasear por el parque con el sol.
Una vez más nos volvemos a encontrar numerosos tulipanes. Todo está muy cuidado en este país.
Continuamos descubriendo lugares y vemos un cohete a lo lejos. No podemos evitar acercarnos, y aunque parece que está cerca, no lo está. Tardamos un rato en llegar.
Se trata de la Plaza de la Industria.
Plaza de la Industria en el centro de exposiciones Panruso.
Una plaza enorme donde además del cohete, hay aviones de combate, un avión comercial. un helicóptero e incluso el transbordado de una nave espacial.
El cohete es una réplica del cohete espacial «Vostok», una réplica exacta del cohete que lanzó la cápsula espacial homónima, en la que viajó en 1961 el primer cosmonauta de la historia, Yuri Gagarin.
La verdad que aquí nos emocionamos y empezamos a sacar fotos como si fuéramos unos críos. Después de la desilusión de no poder ver el museo de la Cosmonaútica, que teníamos mucho interés en verlo, al menos nos contentamos con ver ésto.
Creemos que el cohete se puede visitar porque hay una especie de escaleras y una entrada que por supuesto está cerrado.
Tiene que ser chulo visitar un cohete espacial, ¿no? Dejaremos la experiencia para cuando visitemos el Cabo Cañaveral en un futuro 😉
Así paseando entre edificios, fuentes, cohetes y aviones se nos ha pasado el tiempo límite que teníamos libre para volver al hotel a por las maletas.
Ya tenemos al resto del equipo nerviosos esperándonos y preocupados porque no llegamos.
Una vez más en nuestros viajes nos ha sorprendido el último día del viaje con algo que no teníamos ni idea antes de venir, pero que nos ha hecho que descubrir este parque sea una de los imprescindibles que ver en Moscú.
De regreso al metro, vemos por última vez el Monumento de los conquistadores del Espacio y somos más conscientes que nunca, que nuestro se nos ha escapado definitivamente de las manos y nos toca volver a la realidad.
Cuando llegamos a Izmailovo ya están todos comiendo porque hay mucha prisa para irnos al aeropuerto.
Prácticamente engullimos unas fajitas en un restaurante mexicano que tenemos cerca del hotel, porque no nos da a tiempo de más.
Aunque aún faltan 3 horas para que salga el avión…..
Tres taxis nos esperan en la puerta del hotel para llevarnos al aeropuerto Moscú-Sheremétievo en unos 40 minutos.
Nos sorprende un control justo en la misma puerta para entrar y tardamos un poco en reencontrarnos los 10.
Todo en orden, pasamos el control de pasaportes y el nuevo control, este si, ya para embarcar.
Como nos sobra tanto tiempo y nos han sobrado rublos, ya sabéis lo que toca. gastarlos en las tiendas del aeropuerto en chocolates y alguna botella de vodka, que al final no hemos comprado ninguna.
Salimos en hora y en el primer vuelo hasta Zurich volamos sin incidentes.
Pasamos las horas de vuelo como podemos, haciendo fotos, comiendo, llorando un poco y algún rato durmiendo.
Y así llegamos a Madrid y ponemos fin a un viaje que nos ha fascinado y nos ha llevado descubrir lugares que nunca pensamos.
Nunca creímos que Rusia nos fuera a gustar tanto y ya la tenemos un trocito de nuestro corazón.
Hasta Siempre Rusia.
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La verdad es que no hay un parque que pueda compararse con el VDNKh, ni por tamaño, ni por edificaciones, ni por nada. Para nosotros fue todo un descubrimiento en Moscú, y me he alegrado mucho cuando he encontrado vuestro artículo porque normalmente las personas que van a Moscú no ven mucho más que la Plaza Roja.
Si. La verdad que nosotros teníamos la idea que Moscú era solo la Plaza Roja. Pero qué va, a medida que íbamos descubriendo Moscú nos dimos cuenta que nos faltarían días. Es increíble. La verdad que el parque no estaba en nuestros planes y fue todo un descubrimiento! ¡Nos encantó!