Muchos nostálgicos, como nosotros, recordareis aquella famosa serie de dibujos de los 80’s protagonizada por animales que eran músicos e iban tocando por la ciudad de Bremen. Un burro, un perro, un gato y un gallo son los protagonistas del cuento. Esta famosa serie estaba basada en uno de los cuentos más famosos de los Hermanos Grimm Los Músicos de Bremen, y como no, tenía lugar en la famosa ciudad de Bremen. Así que hoy vamos a recorrer esta preciosa ciudad y desde ya os digo que Bremen tiene muchas cosas que ver en un día.
Pero la ciudad de los trotamúsicos no sólo es famoso por estos peculiares personajes, sino también por ser una ciudad hanseática que acoge algunos de sus monumentos dentro de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, como son el Ayuntamiento y la estatua de Rolando en la Plaza del Mercado.
Cómo llegar a Bremen
Bremen cuenta con aeropuerto y además vuelan algunas compañías low cost, por lo que te será bastante fácil llegar desde diferentes lugares.
El aeropuerto se encuentra a penas 4 kilómetros del centro de Bremen, por lo que te puedes plantear ir andando. Pero tranquilo, que también en unos 20 minutos en tren estarás en el centro de Bremen.
Cómo llegar a Bremen desde Hamburgo
Bremen se encuentra a 125 kilómetros desde Hamburgo y será las ciudades más alejadas de las que visitaremos en nuestro viaje por el Norte de Alemania.
Los trenes tienen una duración de 1 hora aproximadamente desde Hamburgo.
Menos cuando lo cogimos nosotros, que tardamos dos horas y pico. A mitad de camino, el tren se paró en mitad de la nada y sin darnos ningún tipo de explicación (y aunque la hubieran dado en alemán, tampoco la hubiéramos entendido), estuvimos parados cerca de una hora. Llegamos a Bremen cerca de las 12 de la mañana, pero aún así tendríamos tiempo para recorrer Bremen en un día y ver todo lo que tiene que ver.
Mapa con los puntos qué ver en Bremen en un día
¿Qué ver en Bremen en Navidad?
Bremen es muy interesante para visitarlo en cualquier momento del año, pero además en Navidad se llena de Mercadillos, de esos que tanto nos gustan y le dan a las ciudades ese aire mágico de cuento.
Comenzamos recorriendo Bremen y te contamos qué ver en la ciudad de los trotamúsicos en un día.
Qué ver en Bremen en un día
Como os comentábamos un poco más arriba, llegamos a Bremen casi a las 12 de la mañana debido al retraso que tuvimos en el trayecto. ¡Incluso los trenes alemanes también se averían!
Pero tras nuestra llegada a Bremen, la ciudad de los trotamúsicos y el lugar que más ganas teníamos de conocer en este viaje por el norte de Alemania, comenzamos a recorrer esta ciudad.
Llegar al centro histórico de Bremen desde la estación de trenes es muy sencillo y apenas nos llevará 10 minutos caminando.
Mühle Am Wall
Lo primero que nos encontramos al cruzar el puente que da acceso a la parte antigua de Bremen, es el viejo molino Mühle Am Wall, un molino de viento del año 1988, que hoy en día acoge un restaurante.
El molino se encuentra en el parque Wallanlagel, que es el pulmón de Bremen y lugar para practicar deporte o dar un bonito paseo para los habitantes de Bremen.
Sögestrasse o la calle de las cerdas
Al comienzo de esta calle nos encontramos con una estatua de varias cerdas y un señor que las va guiando.
Antiguamente esta calle, Sögestrasse, era la calle por la que pasaban en la Edad Media para conducir a los cerdos a la estación central de Bremen.
Ya casi hemos o llegado al casco histórico de Bremen, y es que como hemos dicho apenas es un paseo de 10 minutos desde la estación central. Esta misma calle termina ya en el Markt, parte antigua de Bremen, donde encontramos ya nuestros primeros Mercadillos de Navidad. El Markt fue declarado Patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2004.
Fuente de San Marcos
Una bonita fuente que se construyó en el patio de la Iglesia de la Santísima Theotokos en 1908 por iniciativa del Burgomaestre de Bremen, Viktor Markus
Son numerosas las referencias que nos vamos encontrando de los “músicos de Bremen” o Trotamúsicos, como los conocemos en España, aunque de momento no nos hemos encontrado con la estatua famosa, que es el símbolo de la ciudad, pero no debemos de andar lejos…..
Plaza del Mercado de Bremen
El Markt de Bremen, es la plaza del Mercado de Bremen y es una de las plazas más bonitas ya no sólo de Alemania, sino de toda Europa.
En el momento de nuestra visita bullía de gente y todo el mundo disfrutaba de los Mercadillos, a pesar del mal tiempo.
Nada más llegar empezó a llover de manera bastante fuerte y ya prácticamente no acabó en todo el día. Fue el día que peor nos hizo, con diferencia en todo el viaje. Pero viajando es Diciembre, sabemos a qué atenernos.
Ayuntamiento
El Rathaus de Bremen o Ayuntamiento es un impresionante edificio de 1410, es uno de los más importantes ejemplos de gótico báltico y renacimiento del Wese. Fue nombrado Patrimonio de la Humanidad junto con la estatúa de Rolando que vemos a continuación.
Estatua de Rolando
Justo enfrente del ayuntamiento se alza una estatua de 5,5 metros de altura, la Estatua del caballero Rolando, del año 1404, que es el protector de los derechos civiles y la Libertad de Bremen.
La estatúa tiene una inscripción que traducida dice así:
(La libertad os anuncio / que Carlomagno y otros príncipes / han dado a esta ciudad / darle gracias a Dios es mi consejo)
Como curiosidad, durante la ocupación francesa en el siglo XIX, Napoleón quería llevar la estatua al museo del Louvre como trofeo, pero los ciudadanos de Bremen lograron convencerlo de su poco valor artístico.
Alcantarilla de los músicos de Bremen
Estuvimos un rato dando vueltas por que no veíamos la estatúa de los Trotamúsicos. Pero lo que si vimos es la curiosa alcantarilla de los músicos de Bremen. Si hechas una moneda, da igual el valor que sea, escucharás cantar a alguno de los cuatro trota-músicos.
De momento, desistimos de buscar la estatua de los Trotamusicos, porque sabemos que no tiene pérdida. Como ahora llueve bastante decidimos entrar en la Catedral de Bremen, que es de acceso gratuito.
Aunque claro, con el frío que hace y la lluvia, no podemos evitar tomarnos antes un vino caliente, el primero del día 😉
Aquí la anécdota fue que mi cuñado Ángel, se había aficionado al “chorrito” de ron con en el vino caliente. Nos atendió una mujer mayor, muy entrañable y la intentamos decir que uno de los vinos, nos echara el chorrito de ron, pero no nos entendía. Justo la botella estaba en el mostrador y empezamos a señalarla. Ya por fin se dio cuenta de lo que queríamos decirla y lleno la taza, literalmente de ron…. así que os podéis imaginar las risas que nos echamos con esto, y el contentillo que se cogió Ángel…
Tras entrar en calor con el vino caliente entramos a visitar la Catedral de San Pedro de Bremen.
Catedral de San Pedro de Bremen
La entrada a la catedral es gratuita y es una de las mejores cosas que hacer en Bremen. También se puede visitar un pequeño museo en su interior y subir a una de las torres, aunque esto ya no es gratuito. Nosotros no subimos, aunque yo como siempre, me quedé con las ganas. Así tengo la excusa perfecta para volver.
El origen de la principal iglesia protestante se remonta al siglo XVIII, mientras que las capillas abovedadas y las dos torres datan del siglo XIII.
La Catedral de Bremen es original, y eso, en Alemania tras la destrucción de la segunda Guerra Mundial en todo el país, es algo difícil de encontrar.
La catedral de Bremen, junto con la plaza del Mercado y la estación, fue lo único de la ciudad que sobrevivió a los bombardeos.
Interior Catedral de Bremen
Algo que llama mucho la atención en la Catedral de Bremen es la diferente configuración de las naves laterales.
La nave de la derecha, según entras, mantiene el estilo gótico primitivo, mucho más austero que el de la nave de la izquierda, con su techo con nervaduras.
El interior de la catedral de Bremen es muy austero, dado que se trata de una iglesia del rito luterano, por lo que no verás esculturas y la decoración es bastante sobria.
La última restauración fue llevada a cabo en 1981, si bien la fachada de la catedral se mantiene como estaba hace unos 120 años.
Claustro de la Catedral, Talla Santiago, parte del Camino
Otro detalle que no te puedes perder es visitar el claustro de la Catedral de Bremen, donde podrás ver una escultura dedicada a Santiago Apóstol, lo que te recordará que Bremen se encuentra en el Camino de Santiago de esta zona del norte de Europa.
Bleikeller
Dentro de la catedral, pero con un acceso a través de una entrada separada, se encuentra el Sótano de Plomo. Se trata de una cripta en la cual se encontraron cuerpos momificados por el ambiente increíblemente seco.
En nuestra visita estaba cerrado por lo que no pudimos visitarlo. Debía ser algo similar a la Capela dos Osos que vimos en Faro, pero con momias en vez de esqueletos.
Böttcherstrasse
Tras visitar la Catedral nos adentramos en la calle Böttcherstrase, una de las calles más bonitas de Bremen y que es el ejemplo más notable edificios de estilo expresionista alemán.
Destaca el relieve dorado Lichtbringer (el portador de la luz) en el acceso septentrional.
Es una calle de tan solo 100 metros de longitud y uno de los mayores reclamos de los visitantes de Bremen. La mayoría de los edificios fueron construidos entre 1922 y 1931
Una calle con muchos rincones chulos y muy fotogénicos.
Fuente de los siete Hermanos perezosos
En esta calle, escondido en un pequeño patio, encontramos una curiosa fuente con los músicos de Bremen también representados. Ya hemos comentado que los veremos en numerosos lugares de la ciudad.
Dónde comer o beber una cerveza en Bremen
Al final de la calle Böttcherstrasse, encontramos una de las cervecerías más famosos de Bremen. De hecho nosotros la llevábamos apuntada para comer allí. Se llama Ständige Vertretung Rheinland.
(Vamos un un nombre para recordar. Quédate con el búho de la entrada 😉 )
Nosotros entramos con la intención de comer. Pero entramos a tomarnos una cerveza y vimos que íbamos a tardar mucho en comer, porque debía ser hora punta y estaba a hasta arriba, así que decidimos comer, una vez más en los Mercadillos Navideños.
Glockenspiel house
Es una de las cosas de estilo expresionista, y de las más bonitas de Bremen y sobre todo de esta calle. Aquí también se encuentra el Museo Ludwig Roselius que alberga la colección privada del exitoso comerciante de café Ludwig Roselius. Se exhiben artefactos desde la Edad Media hasta el Barroco. La casa en sí que se completó en 1588 tiene una historia que se remonta al siglo XIV.
Tras le cervecita nos dirigimos de nuevo a la plaza del Mercado, para buscar esta vez si, la famosa estatua de los cuatro músicos, aunque tengo que adelantar que nosotros ya habíamos visto una réplica en Riga.
Estatua de los músicos de Bremen
La famosa estatua de los músicos, está formada por un burro, un perro, un gato y un gallo (Tonto, Lupo, Burlón y Koki, ¿recordáis la serie de dibujos animados?)
Según cuentan, tocar la pata del burro mientras pides un deseo, hará que esto se cumpla (como tantas otras leyendas similares alrededor del mundo). Nosotros no somos muy supersticiosos, pero tocamos la pata del burro no vaya a ser que la liemos…….
Bueno y como nosotros seguramente haya muchos, porque la pata está dorada de tantas manos como han pasado por ella.
Y el morro del burro también está dorado, no se sabemos qué clase de maldición nos caerá si no lo hacemos, así que por si acaso, sólo por si acaso…. también lo tocamos, jijiji.
Tras la ansiada foto y posiblemente sea la foto más buscada de todo Bremen, buscamos un puesto donde comer, y elegimos uno de vino caliente, donde tenemos una zona de techo, para estar cubiertos un poco y pasar menos frío, y cada uno elige un poco lo que le apetece, ya que hay varios puestos.
Yo pido la famosa weisswurst, con pan ¡por fin!. y un rico crepe de postre.
Cuando terminamos de comer es completamente de noche y son las 4 de la tarde. Una pena que anochezca tan pronto, pero es lo que tiene viajar en Diciembre.
Así que aprovechamos a dar otra vuelta por el Mercadillo de la Plaza del Mercado, ya que ahora están iluminados y es cundo más magia desprenden. No nos cansaremos nunca de pasear por estos sitios.
Aunque, Bremen es tan bonito, que por primera vez, me sobran los Mercadillos Navideños, para poder verla en todo su esplendor, ya que tantas luces y puestos, le hacen perder un poco la magia que de por sí ya tiene la ciudad.
Hace tanto frío y no ha parado de llover en todo el día, así que tenemos el frío metido en el cuerpo. Para arreglarlo, nos tomamos un rico chocolate, ya que estamos un poco saturados de tanto vino. La caseta donde nos lo tomamos no puede ser más bonita.
La Plaza del Mercado está tan bonita, que nos resistimos a irnos, aunque aún nos queda un sitio por ver en Bremen, y sin duda es uno de los imprescindibles que ver en Bremen que llevamos apuntados y no podemos perdernoslo.
Barrio Schnoor
El barrio de Schnoor es el barrio más bonito y antiguo de Bremen.
De hecho nos gustó tanto, que le dedicado un post exclusivamente, te lo dejo aquí.
El ratito que estuvimos en este barrio dejó de llover, y nos dio un poco de tregua, aunque a ratos seguía lloviendo y mojando un poco la cámara, lo que dio a las fotos un toque de originalidad con el juego del agua y el reflejo de las luces.
Pero tras un bonito paseo, y descubrir el barrio de Schnoor en profundidad, decidimos volver a Hamburgo, porque aún teníamos una hora de camino.
Semáforos con un muñeco original.
Antes no nos hemos dado cuenta, pero de regreso a la estación de trenes vemos que aquí los semáforos también están marcados con una especie de muñeco como vimos en Lübeck, en Berlín o en Trier, aunque aquí parece que sólo lo está como motivo navideño.
Volvemos a ver el Mühle Am Wall, ahora muy solitario, y nos damos cuenta que no nos hemos acercado para verlo de cerca. Pero no importa, sabemos que volveremos a verlo quizá en primavera o verano, cuando podamos recorrer el parque que lo rodea.
Nuestra visita a Bremen en un día y todo lo que tiene que ver ha llegando a su fin y no podemos irnos más enamorados de esta ciudad.
Guía de Hamburgo y Norte de Alemania
- Alojamiento y presupuesto
- Dia 1. Llegada a Hamburgo y Mercadillo de St. Pauli
- Día 2. Stade, Buxtehude y Mercadillo histórico del Ayuntamiento de Hamburgo.
- Día 3. Hamburgo, practicando el slow travel
- Día 4. Lübeck y Speicherstadt, el barrio de almacenes Patrimonio de la Humanidad de Hamburgo
- Día 5. Qué ver en Bremen en un día. Schnoor, el barrio más antiguo y bonito de Bremen
- Día 6. Lunenburgo
- Día 7. Hamburgo en dos días, Crucero por el Elba, Filarmónica y Speichtrad de día. Visitar el estadio de St. Pauli. Las mejores vistas de Hamburgo
- Día 8. Cómo ir al aeropuerto desde el centro de Hamburgo
- Las mejores excursiones desde Hamburgo
- Dónde comer en Hamburgo