Tras visitar el estadio de St. Pauli, regresamos al centro de Hamburgo. Y esta vez, queremos visitar las que dicen, son las mejores vistas de Hamburgo, desde las alturas obviamente. ¿Quieres sabes cuales son?
Pues sigue leyendo que te contamos en seguida cuáles son las mejores vista de Hamburgo.
Os recordamos que venimos de visitar el estadio de St. Pauli y os hemos hablado de su relación con el equipo madrileño, el Rayo Vallecano.
Regresamos al centro de Hamburgo, pero antes toca una parada técnica, y seguro que ya sabéis dónde.
Mercado de Navidad de Mönckebergstraße
Pero antes nos dirigimos hacia el centro de Hamburgo y las horas que son ya, necesitamos nuestra dosis diaria de vino caliente y por supuesto seguir conociendo Mercadillos Navideños en Hamburgo.
Si, esto de los vinos especiados y los Mercadillos empieza a ser una adicción.
Llegamos al Mercadillo de Navidad de Mönckebergstraße. Se encuentra en una de las avenidas principales de Hamburgo, es uno de los Mercadillos con más encanto que encontramos en Hamburgo. Está lleno de castillos, princesa y dragones.
La iluminación llena de velas en los arboles, una autentica maravilla.
Tras reponer fuerzas, el grupo se divide. Nosotros queremos subir a uno de los miradores con las vistas más bonitas de Hamburgo. Concretamente desde Mirador desde la Iglesia de San Pedro.
Mirador desde la Iglesia de San Pedro
Ya sabéis que a nuestros acompañantes no les mola mucho esto de ver las ciudades desde las alturas, así que ellos se van a dar una vuelta por su cuenta, mientras nosotros subimos a la torre.
Esta iglesia se encuentra muy cerca del Ayuntamiento de Hamburgo.
Fue construida en el siglo XI, lo que la hace ser la iglesia más antigua de Hamburgo.
La iglesia quedó completamente destruida en 1842 a causa del gran incendio que arrasó gran parte de la ciudad. Después fue reconstruida y por fortuna en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial no se vio demasiado afectada y la estructura no sufrió ningún daño.
El mirador de la torre se encuentra a 123 metros de altura, con un total de 500 escalones.
Aunque es un gran esfuerzo, merece mucho la pena, porque como ya os adelantábamos es uno donde se encuentran las mejores vistas de Hamburgo.
Desde aquí tenemos la imagen del ayuntamiento de Hamburgo con el Mercadillo Navideño.
Los edificios mas importantes de Hamburgo, las torres de todas las iglesias e incluso el Lago Alster.
El mirador es muy estrecho en su parte más alta, donde no caben más de 4 personas, literalmente. Hay dos sillas, donde te puedes sentar a coger un poco de aire, pero si sube más gente, no puedes estar mucho tiempo.
Nosotros por suerte, había una pareja que estuvo un rato haciendo fotos y en seguida se fueron y pudimos quedarnos un rato solos y en silencio observando las vistas tan increíbles que teníamos delante.
Por lo que pudimos ver, el mirador no está muy concurrido, porque estuvimos bastante tiempo solos. Cuando vimos que empezaba a llegar gente, decidimos bajar.
Como curiosidad, en el museo del interior de la torre tienen una campana que se les cayó cuando la estaban colocando, y la han dejado tal cual quedó con el impacto contra el suelo (algo que también paso en el Kremlin de Moscú y que no pudimos visitar)
Tras bajar de la torre, nos reunimos con los otros integrantes del grupo y nos cuentan que han estado en la iglesia escuchando un coro de música de niños que estaban ensayando para el día de Navidad. Un plan también muy interesante para hacer en Hamburgo.
Hofbraeuhaus Hamburg
Tras las visitas que llevamos en el día, es hora de ir a comer algo. Hemos fichado una cervecería típica alemana, conocida como HB Hamburgo ( Hofbraeuhaus Hamburg), que si habéis estado por Munich, os sonará mucho porque es muy mítica allí.
Yo la recuerdo de mi paso por Munich, y es del mismo estilo que ésta. Aunque imaginamos que es un sitio muy turístico, decidimos entrar, ya que queremos probar la comida alemana, ya que quitando lo que hemos comido en toda la semana en los Mercadillos, no hemos probado nada típico, salvo las Hamburguesas de Hamburgo, jeje.
Cuando entramos, nos trasladamos por unos momentos a Munich, aunque aun no hemos tenido oportunidad de visitar el Oktoberfest (de momento ;-)).
Lo que más nos llama la atención son las cubas de madera, que están habilitadas como mesas. Ya lo vimos en Avilés, en Asturias, y nos quedamos con las ganas de comer dentro de una, así que en esta ocasión, había una vacía y decidimos preguntar si podíamos sentarnos allí. Con la amabilidad alemana, nos dijeron que si, que para eso estaban.
Así que para dentro de la cuba, jejeje.
La carta tiene productos típicos alemanes, así que no nos lo pensamos mucho y pedimos unos Schnitzel, plato típico de la gastronomía babara, aunque técnicamente es un plato austriaco (quizá sea una señal para nuestro próximo viaje? quien sabe..)
Los platos son grandes y los precios no (demasiado) caros. Así que nos gustó mucho este sitio, aunque algo turístico.
Cuando salimos de comer ya es noche cerrada. Es lo que tiene viajar en Diciembre por el Norte de Europa, y es que a las 4 de la tarde es completamente de noche.
Pero no nos importa, porque si Hamburgo es bonita de día, por la noche mucho más. Cada rincón es perfecto para retratarlo con la iluminación nocturna.
Volvemos a pasear por los lugares que ya hemos pasado anteriormente, pero esta vez iluminados por las farolas.
Inevitable no pararse en cada calle, en cada canal, en cada sitio. ¡No lo podemos evitar!
Llegamos de nuevo a la Iglesia de San Michel, la que visitamos el otro día y que nos quedamos con ganas de subir a su campanario. Pero no es nuestro objetivo hoy.
En realidad hemos guardado los mapas y nos dejamos llevar por nuestros pies, esos que siempre aciertan y nos sorprende en cada viaje que hacemos, cuando el último día de viaje nos descubren algún lugar que no teníamos apuntado.
Llegamos al puerto y la iluminación es fantástica. Seguimos haciendo mil fotos. Pocas ciudades están tan bien iluminados de noche como Hamburgo.
Tenemos la sensación que hemos visto esta figura durante todo el viaje, es una sensación generalizada y a la vez, ninguno de los cuatro conseguimos recordar dónde y cuándo la hemos visto anteriormente. Algo que nos sorprende mucho es la capacidad que tenemos de desconexión cuando viajamos, que aunque hace 6 días que llegamos a la ciudad, es como si llevásemos mucho, mucho tiempo. ¿No os pasa lo mismo?
Como os decía hoy nos estamos dejando llevar por nuestros pies. Primero paseamos por el barrio Italiano y español, que está junto, aunque sólo vemos restaurantes típicos italianos con una pinta buenísima, y muchos restaurantes con nombres españoles y “ricas tapas”. Como bueno españoles que somos, echamos un vistazo a la carta de las “tapas” y nos llevamos las manos a la cabeza al ver los precios de “una tortilla de patatas, morcilla de burgos o pimientos del padrón”. Sin duda, no es el sitio para probar nuestra gastronomía, aunque entendemos a los expatriados o aquellos que se encuentran lejos de nuestro país, que decidan probar estos manjares tan lejos de su lugar de origen.
Continuamos con nuestro paseo y una vez más no nos equivocamos y nuestros sabios consejeros nos llevan a los pies de la Iglesia de Saint Nikolai.
En realidad hemos visto la torre iluminada desde lejos y su luz nos ha atraído hasta aquí como la miel a las moscas.
Saint Nikolai
La iglesia de San Nicolás, de estilo neogótico, era una de las cinco principales iglesias protestantes de la ciudad de Hamburgo. Actualmente se encuentra en ruinas, y sirve como monumento conmemorativo.
Si conocéis Berlín, sabréis que hay una iglesia que se encuentra igual que en esta, en estado ruinoso y que es un reclamo por sí sólo.
El motivo del estado de esta iglesia no es otro que la Segunda Guerra Mundial. Fue destrozada en los bombardeos que asolaron a la ciudad durante la noche del 24 de julio de 1943.
La claramente visible aguja de la iglesia de San Nicolás sirvió como objetivo y referencia para los pilotos de las fuerzas aéreas aliadas durante los extensos bombardeos aéreos de Hamburgo. La Iglesia fue severamente dañada. El techo se derrumbó y el interior de la nave sufrió grandes daños. Los muros comenzaron a mostrar grietas, pero ni éstos ni la aguja se derrumbaron.
La iglesia fue el edificio más alto del mundo de 1874 a 1876 y aún hoy es el segundo edificio más alto de Hamburgo.
La aguja y algunos restos de los muros fueron conservados como un monumento conmemorativo contra la guerra. No recibieron atención durante varias décadas y, por tanto, fueron deteriorándose gradualmente. Hasta 1987, no se empezó a restaurar y conservar gracias a la fundación Rettet die Nikolaikirche e.V. que comenzó a restaurar la estructura existente del edificio y erigió el llamado “lugar de los encuentros” en la cripta.
No sabemos si fue el momento de la visita, de noche y con una humedad y niebla que calaba hasta los huesos, si era la última noche del viaje o que estábamos sensibles por todo lo que habíamos vivido en estos días, o el silencio que asolaba el lugar, pero lo cierto es que pasear entre los muros medios derruidos, con la torre, que desde cerca es más impresionante todavía, ver toda la estructura sin techo, pero nos llegó a conmover e imaginamos por unos momentos el horror que tuvo que suponer vivir esa tragedia y cómo debieron de sonar las alarmas y las bombas al caer sobre toda la ciudad. Algo que nos puso los pelos de punta como ya nos pasó cuando visitamos Mostar.
No hay palabras para describir lo que sentimos en aquellos momentos.
Es necesario recordar la historia y los errores del pasado, para no volver a repetirlos.
Actualmente hay un ascensor que te puede subir a lo más alto de la torre y estamos seguros que tiene unas vistas impresionantes de toda la ciudad y sin duda son otra de las mejores vistas de Hamburgo desde las alturas. Nosotros cuando llegamos ya era muy tarde y no pudimos subir. Lo dejamos pendiente para la próxima.
Tras el momento de reflexión tocaba volver al apartamento, por última vez a preparar la maleta, ya que nuestro vuelo a Madrid sale mañana a primera hora.
Mapa con los lugares que ver en Hamburgo
Guía de Hamburgo y Norte de Alemania
- Alojamiento y presupuesto
- Dia 1. Llegada a Hamburgo y Mercadillo de St. Pauli
- Día 2. Stade, Buxtehude y Mercadillo histórico del Ayuntamiento de Hamburgo.
- Día 3. Hamburgo, practicando el slow travel
- Día 4. Lübeck y Speicherstadt, el barrio de almacenes Patrimonio de la Humanidad de Hamburgo
- Día 5. Qué ver en Bremen en un día. Schnoor, el barrio más antiguo y bonito de Bremen
- Día 6. Lunenburgo, la ciudad de la sal
- Día 7. Hamburgo en dos días, Crucero por el Elba, Filarmónica y Speichtrad de día. Estadio de St. Pauli. Las mejores vistas de Hamburgo
- Día 8. Cómo ir al aeropuerto desde el centro de Hamburgo
- Las mejores excursiones desde Hamburgo
- Dónde comer en Hamburgo
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